Me encanta viajar, es una de mis grandes pasiones, me pasaría el día con la maleta en mano buscando nuevos destinos (de hecho booking y kayak son dos de mis webs más visitadas, después de ASOS). Pero a veces, más bien muchas veces, vamos, #toelrato, viajar se complica cuando tu talla es una 52-54…
  1. LOS PUTOS CINTURONES DE LOS AVIONES: Pero vamos a ver, ¿qué les costará hacerlos un poquito más grandes? Que no todos pesamos 50 kilos por favor… Y cada vez que me pasa mi cabeza empieza a decir «¿Qué hago? ¿Pido un cachito más de cinturón y que la azafata me mire con cara de «adelgaza y no te hará falta una extensión? ¿o me pongo por encima el foulard nuevo y disimulo? Venga, voy a pedirlo no vaya a ser…»tall-girl-problems-2_0
  2. LA PRIMERA FILA DE ASIENTOS DEL AVIÓN: Esto vale para la primera, la de la salida de emergencia, la de detrás de los baños… ¿Por qué mierda los brazos son fijos? ¡¡¡QUE NO ME CABE EL CULO LEÑE!!! Aquí si que no queda otra, a estrujarse, que extensión de asiento no hay.
  3. LA MESA DE LOS AVIONES: O bien no me baja del todo o bien no puedo ni respirar cuando la bajo. Con esto de ahorrar espacio para ganar asientos dentro de poco comemos sobre la mano.
  4. LAS MALETAS DE MANO: ¿Cómo pretenden que meta en una maleta para un pitufo unas zapatillas, la ropa interior, algún accesorio, cosas de aseo, dos vaqueros y 4 jerseys de la talla 54? ES QUE NO CABE, NO CABE.ucoH5cenTCuM8
  5. LOS VUELOS MUY LARGOS: Cuanto tu vuelo va a durar 8 horas y ves que la gente empieza a dormirse, apagan la luz y les falta cantar una nana, tu empiezas a acomodarte, pero no, no te puedes hacer la rosca, ni doblar, ni hacer el pino… Mis lorcillas requieren su espacio para descansar como es debido.
  6. IR EN AVIÓN AL LADO DE UN EXTRAÑO: Cuando vuelo sola voy entrando al avión rezando «que el sitio de al lado vaya vacío, que vaya vacío, que vaya vacío…» Primero, porque puedo hacer lo que me salga del pie comodamente, y segundo porque no tengo que aguantar como un cafre le dice a su novia por teléfono que le ha tocado al lado de una gorda y no tiene sitio (verídico).
  7. LAS TOALLAS DE LOS HOTELES: ¿Pero es que alguien se seca con esto? Pero si es más pequeña que la que uso yo para mi pelo, por favor… Con eso que ponen no me seco yo ni los pies.s-c95ee2ddd281ee0b74980443079591e7d4a33c97
  8. LOS ALBORNOCES DE LOS HOTELES: Las pocas veces que hay albornoz, no me cabe, vamos que no me cierra ni de lejos, que como quiera atármelo se rompe, que me queda como el abrigo de mi prima de 10 años.
  9. LOS BAÑOS INNOVADORES: ¿Y cuando les da por modernizarse y te plantan un vater volante de esos? Voy a mear (y lo que no es mear) con verdadero miedo. ¿Y cuando la bañera mide 3 metros de alto? Coño, que no soy gimnasta, que no me puedo ni meter…
  10. CUANDO EL CAMARERO TE DICE QUE ES MUCHO: En España no suele pasar porque comemos de verdad, pero por ahí no tienen ni chicha ni limoná y cuando pides para picar varias cosas se asustan. ¿Yo te he preguntado algo? Pues lo traes todo y punto. Lo peor es que si luego te lo comes todo piensan que lo siguiente que nos vamos a comer es a él.K4x1ZL36xWCf6
  11. BAJAR A DARTE UN MASAJE AL SPA: Ay, ay cuando bajas al Spa con toda tu alegría, entras en la habitación monísima con velitas y música y bum, ves la camilla. ¿Ahí es donde se supone que me tengo que subir? Vamos a ver, que aunque parezca una niña ya tengo una edad, ¿la sala para adultos cuál es?
  12. ATRACCIONES TURÍSTICAS CON MUCHAS ESCALERAS: Cuando digo muchas es muchas, no te hablo de 2 o 3 pisos, sino de 500 escalones por una torre que da vueltas para subir al punto mas alto de un puñetero edificio en una puñetera ciudad y que luego no se vea una mierda. De eso hablo. ¿Para eso subo yo hiperventilando?
Seguro que si nos paramos a pensar nos salen muchas más, pero el 12 siempre me ha gustado mucho.
Autor: Alba Manzor