Vivimos en un mundo en el que nos vemos con derecho de cuestionar la vida de las otras personas. Cuando estas soltera, te dicen: ¿para cuándo el novio? Cuando estas en pareja: ¿para cuándo la boda? Y cuando estás casada: ¿Para cuándo él bebe?

Como si de un juego de niveles se tratara, he pasado por todas estas pantallas. Ahora me encuentro en la última: ¿Para cuándo un bebe? Y no exagero si os digo que ayer mismo me lo preguntaron. Y mira que estamos en cuarentena, y mira que hay distanciamiento social… (Bendito distanciamiento)

No tengo claro si quiero tener hijos,  pero lo que si sé es que  por el momento estoy bien así. Es por eso que me he convertido en una experta en dar todo tipo de respuestas para que la otra persona se quede sin ganas de volver a preguntarlo de nuevo. ¡Empecemos!

 

Pero si serías muy buena madre.

Hay tantas cosas que sabría hacer bien y no hago. Te aseguro que beberme una botella de vino blanco enterita se me da de muerte y no por eso lo hago… cada día.  

Cuando quieras tenerlos quizás ya no puedes.

 ¿En serio? Esta es una de las que más odio. Es presionar por presionar. Totalmente innecesario.

 

Te lo estás perdiendo.

Hay tantas cosas que me perderé en esta vida…  Igual que tú. Yo no te digo todas las tardes de sexo con tu marido que te estás perdiendo por tener que ver Peppa Pig y preparar papillas.

 

Cuando vi la cara de mi hijo/hija supe por qué estaba yo en este mundo. Si no los tienes nunca lo sabrás.

Te entiendo, a mi pasa lo mismo cada vez que veo por primera vez la nueva colección de Zara. 

 

¿Si no tienes hijos, quién te cuidará cuando seas mayor?

Seguramente viviré de lujo con los impuestos que pagarán tus hijos y la pasta que  tendré en el banco de lo que me habré ahorrado en pañales, colegios y campamentos. 

 

Así es como salgo yo del paso. Estoy segura que si eres mujer, estás en pareja  y tienes  más de treinta años te sentirás identificada conmigo. Hagamos entre todas que a la gente se le pasen las ganas de preguntar o, al menos, dejarlos un poco cortados, ¡que siempre mola!

 

Georgina Viñals