En la época en la que nuestros padres molaban, todos hacían más o menos lo mismo: Chica conoce chico, se enamoran, se casan, tienen hijos, viven felices y comen perdices ¡Y todo esto antes de los 25!
Ahora, en un mundo lleno de posibilidades, cada una sigue su camino y es por eso que en un mismo grupo de amigas podemos encontrar infinitos estilos de vida:
La súper madre. Esa amiga que se ha convertido en un híbrido entre Mary Poppins y mamá canguro. Tiene más manos que una diosa hindú. Puede hablar contigo mientras prepara una papilla, da el pecho y te aconseja sobre qué hacer con ese problema que tienes en el curro. Con ella entiendes al 100 % el concepto multitasking.
La workaholic .Siempre esta liada en el trabajo y no la ves nunca: tarda mucho en contestar los WhatsApp y cuando lo hace siempre te contesta con un “Tía, sorry, es que no me da la vida”. Eso sí, si sales con ella de fiesta quema la noche cómo si al día siguiente la ingresaran en Guantánamo.
La influencer. Con ella estarás al día de todo lo que hay que saber para moverte por tu ciudad: Eventos, Restaurantes y saraos varios. Sentirás que vives en un capítulo de Gossip Girl… Pero, cuando menos te lo esperes, acabarás montando el trípode para hacer fotos para su Instagram. (y aguantándole el bolso)
La enamoradiza. Has hecho tantas cenas de presentación del chico nuevo que te cuesta recordarlas y ya pasas de aprenderte sus nombres. Vive en una primera cita permanente. Es muy posible que te despiertes con un audio suyo de 5 minutos para hacerte la actualización de su situación sentimental.
La deportista Necesaria en cualquier grupo que se preste y si no que se lo digan a las Spice Girls. No quiere alargar nunca las cenas porque siempre tiene un evento deportivo al día siguiente. Es posible que te la cruces con sus leggins mientras haces el camino de la vergüenza de vuelta a casa con la ropa de la noche anterior.
Aunque seamos tan distintas, ¡Qué suerte para nosotras poder vivir cómo nos da la gana!
¡Y qué suerte tengo de poder contar siempre con mis amigas! La vida no sería tan guay sin ellas.
