Las amigas son esa fuente inagotable de risas, confidencias y apoyo moral que todos necesitamos en la vida. Algunas se convertirán en nuestras hermanas. Sin embargo, todas hemos tenido “amigas” que no merecían tal título y que por ello hemos (o debemos) abandonar por el camino. Los cinco tipos más frecuentes de amistades tóxicas son:

  • La envidiosa: Odia verte feliz. Cada vez que le cuentes algo bueno que te ha pasado –empezaste a salir con un chico nuevo, has encontrado trabajo, aprobado ese examen tal difícil o encontrado la piedra filosofal- te sonríe falsamente y te dicen “¡Quée bieeen!” (cuanto más se alargan las vocales, peor). Estará al acecho esperando que tu relación fracase, te despidan, o Dumbledore destruya la piedra para contarte algo en lo que ella haya destacado.

  • La embajonadora máxima: La amiga embajonada solo te llama para contarte que su vida es horrible, que nada le sale bien y ponerse filosófica meditando sobre la futilidad de la existencia. Si dejas que se desahogue y tratas de animarla te amargará el día ya que su vida solo tiene sentido si va mal. Jamás ve nada positivo y se comparará constantemente contigo. Solo conseguirás que sonría fugazmente si a ti te ha ocurrido alguna desgracia, aunque claramente lo que le pase a ella siempre será mil veces peor. Al final evitas quedar con ella porque es un caso perdido y eso hace que se embajone más… Y pasas la pelota, así tiene algo que contar a sus nuevas amigas.

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  • La que desaparece con su novio: Mientras está soltera es pura alegría, salidas, fiestas, conversaciones animadas al teléfono durante horas y compañera inseparable. En cuanto consigue un novio (nunca lo admitirá, pero es su máxima prioridad, no soporta ser una de las solteras del grupo porque su autoestima va ligada a tener pareja) si te he visto no me acuerdo. Ya nunca tiene tiempo, no puede quedar o tiene plan con su churri. Aunque le vea a diario. Para ella la amistad es unidireccional, solo acude a ti cuando se siente sola y si su churri la deja para llorar en tu hombro, aunque cuando a ti te dejó tu ex no podía estar a tu lado porque tenía planes con su novio.

  • La obsesionada con gustar: quiere impresionar a tu novio, aunque nunca le haya visto, aunque quizá ni siquiera sea su tipo, aunque ella misma tenga pareja y no esté realmente interesada en él. Tiene que demostrar que ella es la amiga guapa, simpática y perfecta con la que él debería salir, y no contigo. Y hasta que no vea un atisbo de celos en ti o a él mirándole las tetas, no se queda tranquila. Si crea una bronca entre vosotros, mejor.

Si tenéis alguna de estas amigas huid sin sentiros mal, porque no son amistades que merezcan la pena. Las amigas de verdad no sienten envidia por lo bueno que te pasa, si no que celebran tus triunfos. Priorizan tus embajonamientos a los suyos (aunque alguna vez acabéis las dos llorando con una copa de vino y dándoos apoyo mutuo de hermanas). Nunca desaparecen y siempre tienen un rato para escucharte, aunque sea hablando por el móvil mientras van a una cita con su novio o están en el baño haciendo sus cosas, siempre harán malabares por ti. Y por supuesto tu novio será sagrado para ellas, y si le conocen y les cae bien le tratarán como a un hermano.