A veces el amor es una putada, pero lo que de verdad duele es el desamor. Lo primero que hay que dejar claro es que son ciclos, que todo se pasa, que nada es eterno y que lo que hoy parece que no vas a superar jamás, dentro de unos meses te parecerá que no es para tanto.

Pero bueno, si ahora mismo estás leyendo eso, quiere decir que aún no hemos llegado a ese punto, pero con estas cosas pequeñas, que parecen chorradas, poco a poco se consigue.

1. Escribe en un papel las razones por las que no salió bien. Puede parecer una chorrada, pero de verdad que ayuda muchísimo. El dejar por escrito todas las cosas que te dolieron, que te han hecho daño y también las cosas que tú no has hecho bien, las partes de ti que han salido a relucir en esa relación que no te han gustado, de las que no te sientes orgullosa. Escríbelo en papel, con tu puño y letra y mantenlo cerca de ti, para poder echarle un vistazo cada vez que lo necesites. Te lo prometo, ayuda. 

2. Arranca el contacto de raíz. Puede ser doloroso, te puedes creer incapaz y seguro que aquí no es la primera vez que lo lees, que te lo dicen o que te lo aconsejan. Pero de verdad de corazón, que es con motivo. Si quieres olvidar a alguien, dejarlo atrás o superarlo, el primer paso es cortar la relación, pero de verdad. Nada de stalkeos de horas de conexión, cuentas de instagram o twitter de madrugada. No ayuda, no sirve y no resuelve. Bloquea, deshaz y deja buscar. 

3. Permítete estar triste. Pero de verdad, con todas las de la ley, revuélcate en tu drama como solo tú sabes hacer, siéntete desgraciada, deja que el dolor te aplaste los huesos y una vez que hayas llorando todo lo que tienes que llorar, que hayas sufrido todo lo que tienes que sufrir, ahí replantéatelo todo, ya en frío, cuando se ha pasado la tormenta. Y si la tormenta la tienes durante un mes, dos o tres, déjala, ya vendrá sequía después. Vivir el dolor es necesario para poder superarlo, si lo negamos y no lo encarnamos, jamás seremos capaces de avanzar. 

4. No te culpes a ti misma cada vez que te sorprendas pensando en esa persona. Es normal, es entendible y es inevitable. No te culpes a ti misma, ni te fustigues porque se crucen por tu mente recuerdos, momentos o simplemente su cara. Es normal, es algo que le pasa a todo el mundo y es algo que poco a poco, sin que te des cuenta, va a ir desapareciendo hasta el punto en el que cuando se cruce por tu mente hasta te sorprendas. 

5. Mímate haciendo planes que realmente disfrutes. En el momento en el que asumes tu estado de ánimo y decides hacer algo con él es cuando empieza la magia, haz cosas que te hagan sentir bien. Cocínate algo rico, bájate al gimnasio, vete al cine o date un masaje, vaya, como si quieres plantar semillas en el balcón. Son pequeñas cosas que van a distraer tu mente y te van a hacer sentir viva de nuevo. 

6. Déjate mimar por la gente que te quiere. Cariño, esto sola se supera, pero en compañía es infinitamente mejor. Apóyate en la gente que te aprecia, que está ahí para ti, que está dispuesta a poner de su parte para sacarte del pozo. Decir en voz alta lo que nos pasa de piel hacia dentro es la mejor de las medicinas para el mal de amores, así que, manos a la obra, llama a quien necesita, exprésate, escucha y déjate querer.