Que el follar mal se va a acabar, es la máxima que todas las personas perseguimos a lo largo de los años desde que nos iniciamos en el mundo de las relaciones sexuales.

Estaréis de acuerdo conmigo que el sexo desde que empiezas a practicarlo hasta que le coges el truco pasa bastante tiempo y requiere de unos cuantos intentos, y si ya eres joven y no tienes un sitio decente y tranquilo donde practicarlo, apaga y vámonos.

Si chicas, os hablo de esos momentos en los que el calentón se ha apoderado de nosotras y nos hemos visto obligadas a follar básicamente donde hemos podido, como en el coche, un parque, portales, garajes, etc.

Ahora que me hago un poquito más mayor (pero solo un poco eh!) os diré todas las cosas que he aprendido follisqueando en los lugares mas inhóspitos.

  1. Desvestirse está totalmente sobrevalorado

Es decir, si alguna vez te has visto en la tesitura de follar en algún lugar al aire libre o susceptible de que pase gente, entenderás perfectamente este punto. Ya que el añadido de que pueda aparecer un señor paseando al perro aunque sean las 4:00 de la mañana, hace que el hecho de marcarse un integral sea no solo arriesgado, si no nada recomendable.

A no ser que te de igual salir desnudito tú y tu amante y con el culete al aire.

Perdida de dignidad al instante.

  1. Cuidado con los bichos, las ramas y las ortigas en el campo

Pues si amigas, follar en el campo puede sonar la mar de romántico, tu pareja y tú, en una toalla haciendo un picnic a lo cutre y de repente la cosa se calienta y termináis dándolo todo.

En el mejor de los casos tendréis una toalla o un mantel donde poder restregaros, pero bien es cierto que en ocasiones el calentón nos aparece y no llevamos nada a mano para poder tumbarnos.

Y es aquí cuando nos clavamos todos las putas piedras de la zona, te pican 3 bichos mientras otros tantos se te pasean por distintas partes del cuerpo y acabas a tope con la alergia.

  1. El coche es mas incómodo de lo que parece

Y aquí sí que me planto totalmente, aunque tengas un coche 4X4 con asientos reclinables, si no hay una cama detrás, va a ser incómodo siempre.

Con el añadido de que por lo general cuando lo hacemos en estos sitios suele ser con nuestro primer coche, ese que es pequeñito y juguetón pero para triscar malamente.

Y en el mejor de los casos el coche era más grande pero era de uno de tus progenitores y no podías mancharlo ni de coña.

  1. Hay que ir siempre preparada

Y no me refiero a ir depilada, pero si es verdad que llevar unas toallitas en el bolso o unos buenos pañuelos de papel es un gran indispensable, sobre todo cuando tienes pensado hacerlo en un sitio donde no hay baños próximos.

Nunca sabes cuándo puede aparecer “la paja improvisada” y luego ¿Dónde te limpias reina? Pues eso.

Lo mismo pasa con llevar la típica mantita en el coche, o una botellita de agua para el después, que siempre hay que hidratarse chatas.

  1. Los portales no son tan eróticos como parecen

Yo sinceramente siempre he admirado a esa gente que se ha folliesqueado media cuidad de portal en portal, pero chica yo cada vez que entro al mío que es más pequeño que todas las cosas y los pocos rincones oscuros me dan mas asquete que otra cosa lo veo poco práctico.

Con el añadido de que en cualquier momento puede aparecer el vecino de turno que decide bajar  a tirar la basura en ese preciso momento, o sin contar con el hecho de que cada vez son más los portales que cuentan con cámara de vídeo vigilancia.

¡No gracias!

6. Los probadores

Si esa maldita luz no me gusta cuando me estoy cambiando o probándome ropa, como para que me traiga inspiración divina en ese momento para ponerme perraca perdida.

Además de que dependiendo de la tienda hay probadores que entras tu sola y da gracias como para ponerte a hacer virguerías dentro.

7. Follar en el suelo o como destrozarte la espalda en dos sencillos pasos

Aquí ya sí que me pongo muy seria, donde, repito, donde se ha visto que triscar en el suelo sea cómodo para algo.

Recuerdo una escena de “tengo ganas de ti” donde los dos protagonistas se ponen a follar locamente en el suelo, y no en un suelo cualquiera, ¡en un mirador!

Miiiiiira, señor Mario Casas me va a usted a perdonar, pero es que entre todos los sitios poco prácticos de follar, el suelo de un mirador como que se lleva la palma de todos, y además completamente desnudos eh!, ¡venga hombreeee!

Si no me creéis queridas mías, probar, os animo a que os tumbéis e el suelo de vuestra casa y que vuestro maromo empiece a darle a tope, a ver si lo resistís sin romperos algún hueso.

8. La playa no es un lugar cómodo ni limpio para follar

Como colofón  a los sitios sobrevalorados donde follar. Primero tenemos la maravillosa arena que se te mente hasta lo más profundo de tu ser, que vas a estar sacando arena de tu parrús hasta el invierno, plantéate si te compensa o no.

Y luego si tienes la brillante idea de hacerlo dentro del agua, entre que nosotras perdemos la lubricación bajo el agua y la sal, tendrás suerte si te entra bien y si no sales con una cistitis de cuidado.

Por lo que amigas mías, os diré, que todas estas cosas tienen su morbo y gracia al principio, pero llega un momento en la vida de toda folladora donde preferimos la comodidad y a tranquilidad, y ¡bienvenida sea!