No recuerdo un solo momento en mi vida en el que la menstruación no me haya causado dolor. Desde los 11 años (sí, fui de las que empezó temprano), sufrí cólicos, mareos, dolores intensos en la tripa y la espalda baja. Cada vez que acudía al médico, la respuesta era siempre la misma: «Toma ibuprofeno cada cinco horas».
Cuando llegó la adolescencia, la solución que me ofrecían era aún más frustrante: la píldora. No soy fan de hormonarme sin razón, así que siempre preguntaba por alternativas, pero la respuesta era simple: o la píldora o Enantyum cada cinco horas. Así que, sin más opciones, me resigné a convivir con el dolor si no quería recurrir a los tratamientos hormonales.
Después de años de sufrir dolores y buscar alternativas, mi gimnasio introdujo una clase de hipopresivos. Mi profesora de yoga explicó que estos ejercicios son excelentes para fortalecer el suelo pélvico, una zona clave para la salud de las mujeres. ¡Y allá fui!
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Los hipopresivos son ejercicios que implican una apnea (aguantar sin aire en los pulmones) mientras contraes y elevas el abdomen bajo. Aunque suene sencillo, requiere práctica y concentración. Al principio, puede resultar un poco mareante, pero con la guía adecuada se aprende rápido.
https://www.youtube.com/watch?v=ymSA8laKMlw
El primer mes que me vino la regla después de empezar las clases, noté una gran mejoría. Todavía sentía molestias, pero no tuve que tomar Enantyum cada cinco horas. Con uno cada ocho horas, ya podía sobrellevar esos días sin sentirme arrastrada por el dolor. Además, el hinchazón de tripa no era tan exagerado como tras veces, me podía abrochar el pantalón.
Con el tiempo, los hipopresivos transformaron mi menstruación. La duración de mi periodo se redujo a entre cuatro y cinco días, se volvió mucho más puntual, y los dolores empezaron a suavizarse. Pero mi mayor avance llegó cuando empecé a hacer ejercicios con el famoso “palo del coño” (sí, así lo llamamos en casa).
https://www.youtube.com/watch?v=W78EMiRWNg8
El tronco de propiocepción es una herramienta en forma de madera curva en la que te subes para realizar ejercicios que activan el suelo pélvico mientras mantienes el equilibrio. Al principio, me caía todo el tiempo (soy bastante torpe), pero con la práctica, fui mejorando. Y lo mejor de todo es que mi ciclo se volvió muy regular, siempre de la misma duración, y ahora solo necesito, como mucho, dos Enantyum durante todo el periodo.
Eso sí, la clave está en la constancia. Yo hago hipopresivos todas las mañanas en ayunas (entre 4 y 5 apneas) y uso el tronco de propiocepción tres veces por semana (solo 5 minutos, no se necesita más).
Si sufres con los dolores menstruales, ¡pruébalo! Te aseguro que tu “monstruación” puede pasar a una menstruación normal con algo de trabajo y constancia.