A estas alturas del cuento, creo que todas tenemos claro que “EMOSIDO ENGAÑADO” con el tema del príncipe azul. Que ni es azul, ni es príncipe, ni aporta nada en el dichoso cuento.  Sobras, querido.

Desde aquí apelo no sólo a las remasterizaciones de películas de Disney que se están haciendo (véase el estreno de Mulán, que es la nueva Chuck Norris. BRAVA MULÁN), si no que EXIJO una re-adaptación de los cuentos clásicos.

Por ejemplo:

-CAPERUCITA ROJA-

El cuento empieza con que Caperucita le lleva a su yaya, que está malita, una cesta con “pasteles, pan y mantequilla”. Primer error. Si la yaya está malita no creo que se cure con eso. Llévale una sopa, un cocido, un pescado al horno. No sé. Pero ¿mantequilla?

Luego está el tema de que Caperucita coge siempre el mismo caminito del bosque, donde siempre se encuentra al lobo de las narices. Ahí me falta un guardia urbano. Porque me niego a que Caperucita tenga que cambiar de camino sólo para evitar a un lobo ACOSADOR.

Y luego creo que Caperucita a la 5 vez debería tener esta conversación con el lobo:

-¿A dónde vas Caperucita?
-A LAVARME EL COÑO AL RÍO.

Si Caperucita le hubiera cascado esto al lobo, se acababa la tontería. No le digas nunca a un extraño y menos a uno que tiene obsesión contigo, a dónde vas. Y aún encima el lobo le hace la 13-14 y la manda por el camino más largo. ESTO CON EL GOOGLE MAPS NO PASABA.

Siendo honestos creo que todos tenemos claro que Caperucita veía menos que un gato de escayola. Esto habría que arreglarlo. Un personaje de cuento con gafas es bien. Representemos al colectivo de miopes, que somos muchos. Así Caperucita habría visto que su abuela y un lobo se parecen menos que un huevo a una castaña y se acabó la vaina.

Así que remasterizando el cuento yo creo que lo suyo sería una Caperucita Roja que va a casa de su yaya a comer paella, por ejemplo, que va sola, a su rollo escuchando música por el bosque. Que Caperucita llega sin problema a casa de la abuelita, se come la paella y se echa una siesta. Y que cuando Caperucita se vuelve para su casa se cruza con el lobo, que le hace ojitos y se van a una terracita a tomar algo. Y que al final a Caperucita le gusta el lobo porque la ve, la escucha y sobre todo, se lo come mejor.

Como versión infantil igual me lo censuran, vale. Pero como versión de la vida adulta yo lo veo requetebién ¿o no?