Si estás leyendo esto seguramente sea porque llevar una casa al día y de forma responsable se te esté haciendo UN MUNDO y seamos sinceros, madurar es una putada. Cuando te independizas por primera vez piensas que todo va a ser muy jiji y jaja y luego más bien son llantos al ver que la montaña de la ropa sucia tiene vida propia y que la compra no se hace sola mágicamente por las noches.
Pues déjame decirte que al principio es normal sentirse abrumado por la gran cantidad de tareas que una casa requiere. Cada persona tiene unas necesidades y una situación personal diferente y está bien no poder a veces. Si crees que llevar una casa se te hace demasiado grande y necesitas ayuda, genial. Si por el contrario puedes y quieres mejorar tu organización doméstica, aquí te dejo alguna de mis experiencias como señora mayor en el cuerpo de una mujer de 27 años:
Haz la compra una vez al mes:
Aquí habrá gente a favor o en contra como todo en esta vida, pero yo mantengo firmemente que la forma de ahorrar tiempo y dinero haciendo la compra es haciéndolo de manera mensual. Y expongo aquí mis razones: Te ajustas a un presupuesto mensual. Si tienes 200€ para hacer la compra, aprenderás a calcular cuánta cantidad necesitas de cada cosa para que te de para todo el mes. Cuando hacemos la compra semanalmente, a parte de perder mucho tiempo yendo y demás, caemos mucho en caprichos innecesarios o antojos en función de cómo haya ido nuestra semana. Mi consejo es que aprendas los primeros meses a escuchar a tu casa, a pillarle el truco a cuánto gastas y de qué, así irás afinando cada mes. Obviamente, guarda un poco del presupuesto mensual de la comida para productos que puedas necesitar de última hora, pero en general, se ahorra más comprando una vez al mes.
Huye de comprar la verdura y la fruta en el supermercado:
Después de muchos años viviendo sola puedo decir que la fruta y la verdura es bastante más cara en el supermercado que en la frutería pese a que la gente suele pensar lo contrario. Además huyes de plásticos, intermediarios y puedes elegir la cantidad de producto que necesitas. ¿Qué quieres dos zanahorias? Pues te llevas dos y listo, no te ves obligada un paquete entero y por tanto, no tiras tanta comida caducada.
Sé creativo con la comida:
Si no eres un crack en la cocina no te preocupes, hay apps en las que metes los ingredientes que tienen y te salen recetas de aprovechamiento, como diría mi santa madre. ¿Qué tienes media col muerta de risa en la nevera? Con un poco de zanahoria y mayonesa te haces una Coleslaw.
La idea es aprovechar al máximo y sacar comidas de rincones en nuestra nevera donde aún el hombre no ha pisado
Más vale organizado que limpio:
Siempre lo diré: de nada sirve que te pegues la paliza madre de limpiar si a la hora ya tienes cosas de por medio. El primer paso para mantener una casa decente y bonita es ser organizado. Mi regla es no comprar nada que no pueda encontrarle un hueco en casa. Por más que te guste algo si no tiene un hueco en tu pared, en tu estantería o en tu armario, es que entonces no es para ti. Así evitamos acumular cosas que al final hacen más difícil la tarea de limpiar. Haz una limpieza cada dos o tres meses de objetos personales. Revisa aquellas cosas que tendemos a acumular y que realmente no necesitamos. Seguro que encuentras algún sitio donde donarlo o algún amigo que lo reciba encantado.
Cocina el fin de semana para el resto de la semana:
Es verdad que a veces esto puede resultar un poco difícil, pero lo cierto es que si te preparas comidas bases que luego puedas utilizar durante el resto de la semana, cocinar se te va a hacer mucho más llevadero. Puedes congelar salsa boloñesa casera, purés de verdura, sofritos de verdura e incorporarlo a otras recetas básicas entre semana para aliviar la carga de tareas en la cocina.
Planifícate los horarios:
Al principio hay demasiadas tareas y es normal agobiarse. ¿Cada cuanto tengo que lavar las sábanas? ¿Los cojines del sofá se limpian? ¿Qué es purgar un radiador? Lo mejor es hacerte un calendario de limpieza para ir cogiendo la mecánica. Márcate lavadoras de ropa blanca los sábados, limpieza de cocina a fondo los domingos, compra los martes y así. Poco a poco irás siendo más y más eficiente con las tareas del hogar.
