Ante todo escribo sin ánimo de ofender a nadie ni ganas de pelear, esto es un post informativo a la par que didáctico para que aprendáis a tratar a esas personas extrañas y exageradas que decidieron no comer animales nunca más. No soy experta, no soy un diccionario, no soy nutricionista. Hablo en base a la observación y experiencia propia (siempre).
Cómo tratar a un vegano
Lo primero ¿por qué? ¡Con lo bueno que está el queso o un buen filete a la brasa, ¿no?! Aquí os lo resumo en un plisplas porque por norma general suelen haber tres motivos principales:
El primero es POR SALUD. Por favor no confundir con el típico “sólo como verdura de febrero a mayo a modo de operación bikini”. Las personas que se deciden por esto suelen tener (o deberían) tener conocimiento sobre una alimentación y nutrición sólida y equilibrada: Deportistas, nutricionistas, conocedores de la cadena alimentaria y del origen y contenido real de lo que se meten en el cuerpo. Suelen también ser expertos leedores de etiquetas y tienen ojo-águila para detectar cantidad de grasas y azúcares añadidos, número de químicos y conservantes y veloces localizadores de “suero de leche” o “huevo” en productos que no deberían. Estos mismos son los que planean su menú semanal, compran en relación a lo que van a comer y lo que se llama ahora “Batch Cooking” (los tuppers de toda la vida, pero te da un toque más interesante si lo dices en inglés).
El segundo es POR EL ECOSISTEMA y LA CONTAMINACIÓN. Suelen pasar más desapercibidos porque sus motivos se pueden confundir con los de los hippies de barrio alto, ¿por qué? Fácil: Porqué al comprar la comida en tiendas ecológicas, usar productos de higiene “zero waste” (los cero residuos de toda la vida) o incluso ropa de segunda mano, y como probablemente también llegan a implicarse en varios proyectos de ayuda humanitaria desde fuera parece que les sobre el dinero. No es así. Son pobres. Su compromiso con la causa es tal que invierten lo que tienen en un cambio real para sí mismos y también para ti. Es de vital importancia respetarles y animarles, porque sin ellos esto se va a la mierda. Incluso no iría mal escucharlos de vez en cuando, aunque luego no sigas sus consejos. Siempre puedes aprender un poco.
Y el tercero por excelencia sería POR LOS ANIMALES. Estos son los más radicales y los que la humanidad critica. “Son unos exagerados…”, “¡Toda la vida se ha hecho así!”, “No me enseñes estas fotos, ¡qué asco!”, “Seguro que te falta B12 y Omega3…” o “Las plantas también sienten” son grandes ejemplos de respuestas que oyen a diario cuando dicen “soy vegano”. Son el pilar de esta ideología, la base que sostiene la pirámide y el inicio de todo. Existen desde los años 60 pero ahora que es más trending topic (no paro con los anglicismos) y hay más opciones son los más visibles y su lucha está más organizada. Los más antiguos y los que no siguen la moda saben de lo que hablan, tienen argumentos sólidos y ganas de rebatir cualquier comentario fuera de lugar que reciban. Vas a perder, no te metas con ellos. Son los que merecen más respeto.
Esto implica que un gran porcentaje de personas que siguen este estilo de vida no lo hacen sólo por salud propia: Lo hacen por los demás. También por ti. Y, lo más importante, lo hacen por un proceso de cambio hacia un futuro mejor. Quieren un mundo menos cruel y concienciado, seres humanos coherentes y con un nivel de cultura que les permita discernir lo que es bueno para ellos y lo que es provechoso para el sistema en el que vivimos.
No te digo que te vuelvas como ellos, solo digo que quizá sus motivos son válidos.
