Comparto casa con el fantasma de mi ex y mi pareja lo lleva fatal

 

Os pongo en situación:

Estoy felizmente divorciada, tengo dos niños y la custodia compartida con su padre. Durante la semana que nos toca estar con los peques vivimos en el piso que compramos cuando nos casamos y que es el hogar de los niños. Y, para la semana que no los tenemos, hemos alquilado un piso que compartimos, sin llegar a compartir. Es decir, vivimos juntos sin coincidir físicamente en ningún momento. Vamos, que comparto casa con el fantasma de mi ex, porque su presencia está siempre ahí, pero él no.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero fue la única solución que se nos ocurrió y la que creímos que era mejor para nuestros hijos. Mi ex y yo no nos llevamos especialmente bien, aunque tampoco mal del todo. Tenemos nuestras rencillas, discrepancias en cuanto a la educación de los niños y demás movidas de expareja, eso sí.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, lo de la custodia y los dos pisos compartidos se nos está dando sorprendentemente bien. Al que no le va nada bien es a mi pareja actual. Él no termina de entender cómo nos hemos organizado. No lo ve normal. Lo que a mí me parece de lo más civilizado, a él le escama. Creo que incluso podría decir que siente celos. Pero, ¿celos de quién? Mi ex y yo no tenemos más contacto que el telefónico. No nos vemos apenas. Cuando uno va, el otro vuelve de allí. Es cierto que tenemos que hablar de muchos temas que no tienen relación con nuestros hijos. Al fin y al cabo, y de una forma un poco retorcida, somos compañeros de piso. De pisos, mejor dicho. Al principio nos propusimos hacer como que el otro no existía, pero no funcionó.

 

Comparto casa con el fantasma de mi ex y mi pareja lo lleva fatal

 

Nos va mucho mejor aceptando lo que hay y poniendo en común todo lo que, en efecto, es común. Lo cual, teniendo en cuenta que debemos encargarnos de dos casas, pues es bastante.

En cualquier caso, nada que debiera preocuparle a mi pareja o a la de mi ex, cuando la tiene. Mi vida es así. Una semana soy madre a tiempo completo y vivo en un piso en el centro con mis hijos. La otra soy una mujer con novio que comparte un piso del extrarradio con un compañero al que no ve nunca, y con el que se wasapea para preguntarle dónde ha metido el aspirador de mano o para pedirle un Bizum por la compra mensual que le tocaba hacer a ella.

Comparto casa con el fantasma de mi ex y mi pareja lo lleva fatal
Foto de Timur Weber en Pexels

No pillo a qué se refiere cuando me acusa de tener demasiados cabos sueltos con mi ex. Ni cuando me dice que la relación que mantenemos no es sana. O que estamos retrasando algo que tiene que ocurrir antes o después. Puede aceptar que vivamos en la casa de nuestros hijos en semanas alternas, pero no le entra en la cabeza que lo hagamos también en la que no los tenemos. En un mundo ideal a mí también me gustaría tener mi propio espacio solo para mí, para mí sola. Pero la vida está muy cara y los alquileres mucho más, por el momento no nos podemos permitir tener cada uno su casa de soltero, por así decirlo.

Y yo necesito que lo comprenda… porque ahora le ha dado la neura y me ha planteado irme a vivir con él. Y yo no quiero, no por él, sino porque solo llevamos un año juntos. Lo veo precipitado y creo que su motivación no es la correcta.

 

Comparto casa con el fantasma de mi ex y mi pareja lo lleva fatal

 

Además… si me voy con él, dejo colgado a mi ex. Y tal vez no debería importarme, pero me importa. Ya no como ex, sino como padre de mis hijos y persona que no llegaría a fin de mes si tiene que pagarse el piso él solo.

Así que ahora me encuentro un poco entre la espada y la pared. Sigo como estamos y aguanto los morros de mi novio, que parece que nunca lo va a asimilar como me gustaría. O cedo a sus deseos y me arriesgo a perder la armonía con mi ex y a que su situación económica mermada afecte a mis hijos.

¿Consejos?

 

Anónimo

 

Envíanos tus movidas a [email protected]

 

Imagen destacada