Todas las relaciones tienen un principio y un final. Todas.  Las amistades cambian a medida que vas creciendo y madurando. Algunas, las buenas, van permaneciendo a tu lado. Las dos maduráis de una forma en la que seguís siendo compatibles.

 

 

Otras, y de esas son de las que quiero hablar, se quedan en tu vida por costumbre, por el simple hecho de que hace mucho que están allí. Ya no tenéis nada en común. Los planes molones van menguando igual que lo hacen las buenas conversaciones. Y, finalmente, queda un reducto de relación que mantienes viva, pero que está en estado vegetal.

No sabes cómo ha pasado. Sigues queriendo a esa persona, pero… ya no es lo mismo. Los planes con ella cada vez te dan más pereza y los aplazas y aplazas hasta que si no quedaras sería inevitable tener “esa conversación”.

Hemos llegado a un punto muerto y las dos lo sabemos, pero ninguna quiere abrir ese melón. Somos como esas parejas que llevan mil años juntas y ya no se quieren pero siguen juntas por inercia, por desdén, por costumbre. Pero incluso estas parejas un día se arman de valor y se separan.

 

Y en esa tesitura nos encontramos mi amiga y yo.

 

Estoy casi convencida de cortar con mi amiga. No me hace feliz nuestra relación. Pero siento pena por finalizar algo tan duradero y que antaño me llenó tanto. Hago mis listas de pros y contras y me pregunto:

¿Cómo he llegado a esta situación?

¿Qué ha pasado para que me llegue a plantear cortar?

 

 

En realidad, lo sé. Pero tampoco es cuestión de buscar culpas. Ha pasado. Hay que tomar las riendas de esta situación.  Hay que buscar la parte bonita y casi romántica de todo esto. La gente pasa por nuestra vida: No tiene por qué compartirla para siempre. Terminando esto ahora, podré conservar un  buen recuerdo.

Guardaré las fotos de nuestros viajes, de cuando éramos pequeñas y de nuestra historia juntas. Siempre que vea ese parque, recordaré las horas de conversaciones que nunca terminaban. Pero, nuestra hora ha llegado y, amiga, deseándote la mejor me despido de ti con una de mis frases favoritas:

 

“Ha sido un placer coincidir en esta vida”