Que el sexo no es como en las películas es algo que a estas alturas, todo el mundo sabe. Por no hablar de las películas porno. Eso ya es otra liga. La de las mentiras mejor contadas diría yo. Por eso, cuando leí un artículo sobre Las cosas del sexo de las que nadie habla pero pasan con frecuencia, no pude estar más de acuerdo.

Aunque he de decir que en mi opinión, se quedan cortos. Quizás es que yo soy un desastre entre las sábanas. Que todo puede ser oye. Pero la realidad que he vivido en varias ocasiones dista mucho de lo que nos muestran en la ficción:

  1. Desvestirse puede ser toda una proeza. Ponte en pleno Agosto a intentar sacarte esos pantalones que te quedan de muerte. Si eres capaz de hacerlo sin revolcarte por la cama o pedir ayuda, llámame y cuéntame tu secreto hermana.
  2. Por no hablar de las marcas de la ropa interior, las medias, los pantalones, los calcetines o lo que sea. Recién levantada lo que quieras, pero al final del día yo tengo marcas de guerra por todo el cuerpo.
  3. El sudor. Pero no ese sudor leve que hace brillar tu cuerpo. No, no, no. Sudor del bueno. De ese que hace que caigan chorretones por todo tu cuerpo. Y  por el que esté debajo dependiendo de la postura.

    Una realidad
  4. Los pelos que se te cuelan en la garganta. Estás ahí dándolo todo y de repente, mierda que me ahogo. Y no en el buen sentido no. En el sentido de empezar a toser e intentar expulsar a ese extraño que se ha alojado donde no debía.
  5. Los cabezazos. ¿Soy la única que alguna vez por el ímpetu de la situación se ha llevado un buen coscorrón?
  6. Las caras que pones en el momento del orgasmo. ¿Alguien se ha visto? Yo me grabaría sólo por ver la cara que pongo, porque he visto cada una…

    Fuera erotismo en 3, 2, 1..
  7. Los pedos vaginales. O cualquier sonido extraño que aparezca en el momento menos pensado. Yo personalmente me lo tomo con humor, pero ese momento de tensión no te lo quita nadie.
  8. El pelo. El puto pelo. Se enreda por todas partes, te tapa la vista, se te pega en la cara, te da calor…todo son dramas. Eso en las películas no pasa. Por eso mi lema es: La cosa no se pone seria hasta que no me recojo el pelo.

    Como crees que te ves
  9. El maquillaje. Ya puedes llevar el mejor maquillaje waterporf, que cuando lo das todo y disfrutas a tope, tu cara va a ser un poema. Menos mal que al menos lo has disfrutado.
  10. Las arcadas. Garganta profunda, emoción o como quieras llamarlo, pero depende del tamaño que calce tu acompañante,  eso pasa. Así que abstenerse de atracones si queréis disfrutar del postre.
  11. Los calambres. Ya puedes ir al gimnasio todos los días de la semana, que si te tiene que dar, te va a dar. Cambia de postura y listo. No vamos a fustigarnos por eso.
  12. Caerse de la cama. O del sofá o de dónde sea. Me ha pasado en más de una ocasión. Y al día siguiente no sabes si te duele más el polvazo o el ostión.

    Ostión del bueno
  13. Los fluidos corporales. Sean de lo que sean. En las películas todo parece tan pulcro y limpito…Me río yo de esa gente. Esos no saben lo que es follar de verdad.
  14. La visión de zonas que nunca has visto. Cuando estás en faena, de repente ves ángulos o zonas de tu acompañante que nunca has visto. No todas serán bonitas, pero son una realidad.
  15. Visitas inesperadas. Todo un clásico entre los que tienen mascotas. Estar en pleno apogeo y que de repente se sume el gato o te sientas observada por tu perro. Cerrad la puerta leñe, que no cuesta tanto.

¿Y vosotras? ¿Qué otras situaciones habéis vivido durante el sexo y de las que nadie habla?