Me estreso tías, me estreso mucho si no llego a todo, qué le voy a  hacer si yo ( nací en el Mediterráneo) soy así de gansa. Y para el estrés hay que sacar ratos de ocio, eso está más que clarinete. Pero es que resulta que el otro día oí por ahí a gente que sabe de eso decir que “el ocio hay que agendarlo”. Y repito, lo dice gente que sabe de eso, de ocio digo, porque de agendar sabemos cualquiera.

Pues a mi a como se agenda el ocio no me hace falta que me enseñen, también te digo, porque escribir deseos en una libreta en blanco se me da de perlas, pero ya si hablamos de agendarlo y luego llevarlo a cabo y que no se te caiga el plan, ya estamos hablando de cosas muuuy distintas, coño ya. 

A mí lo mismo me da organizarme en agendas que en agendos, que no y que no. Y mira que tengo mi despachito casero en un rincón del salón que lo he puesto monísimo a base de ver stories de deco  de cuentas de Instagram que comparten maravillosas ideas. Y, como soy una loca de la papelería, pues tengo ahí mis agendas maravilla que siempre son pocas,  mil bolis y dos mil subrayadores, sesenta lapiceros llenos de lápices,  dos paquetes de post-it multicolor, y sus correspondientes mini-libretas. 

Pues ahí me siento cada día un ratito para organizar mi día con un Cola-cao si es de noche, fresquito en verano y calentito en invierno, y un cafecito si es por las mañanas. Y mi día lo organizo y apunto todo lo apuntable, pero he aquí cuando intento organizar el ocio o lo que es lo mismo, el tiempo que quiero o me gustaría dedicar en la semana o al día siguiente a mí misma o mi vida social y mi asueto.

Y aquí llega el problema porque claro, si es que no me cuadran las cosas. ¿Cómo me van a cuadrar si básicamente soy pobre de dinero y de tiempo? No, no me cuadra.

No me cuadra la pasta para hacer las cosas que quiero/necesito/deseo hacer, no me cuadran las horas que trabajo con lo que quiero cobrar, ni los días de finde que hay con los que necesito humanamente pa estar medio bien, ni me cuadran las comidas y cenas que tengo que hacer a mis adolescentes y las cantidades de alimentos que tengo que comprar para alimentarles con mi idea de  los restaurantes que me gustaría visitar y las veces que me gustaría hacerlo, ni lo que cuesta la ropa que me gusta en las tiendas que me gustan con lo que tengo en la hucha para ropa “para mí”, no me cuadra el número de personas que pueden encargarse de mis hijos y gatos/perros mientras salgo de noche a  ¿“ ningún sitio”? con el que hay en verdad que es  “ nosotros, ellos y yo”. Vamos que mayormente la agenda se me descuadra entera cuando empiezo a replantearme necesidades para ocio y veo la cuenta del banco, repaso el horario de trabajo de la semana, saco tiempo para escribir,  inserto las agendas de mis vástagos dentro de la mía propia y hago la resta de dinero y tiempo que me queda. Un fiasco del tamaño de Badajoz.

¿Esto quiere decir que me quedo sin mis momentos de hobbies, salidas, cines, paseos, ratitos para mi? Noo, mujeres. Y vosotras compañeras, hermanas, sabéis de sobra lo que hay. Y lo que hay es que  tenemos nuestro ocio como todo el mundo pero eso de agendarlo se va a quedar para la literatura más bien, Mari. Como se ha hecho toda la vida, vaya, a salto de mata, como vaya saliendo, aprovechando algún hueco o agendando si, pero con mucho tiempo para te de tiempo de atar cada fleco y que no se te escapen (y ahorres). Y MATADME SI MIENTO. 

Y si hay días que una anda un poco bastante estresada (guiño guiño para las que decís “poco-bastante” ) y no hay momentos de ocio agendados (es que me meo con el concepto) pues chica, tiramos de serie o baño de espuma, que en mi caso viene siendo “Friends” y ducha larga,  o cerveza con tus amigas aunque sea en la terraza de alguna de ellas que para eso siempre hay un botiquín de primeros auxilios.  Que la meditación también funciona pero que a mi me cuesta horrores poner la mente en blanco y lo que hago es dormirme. Una amiga dice que le  funciona genial un cigarrito de hierba pero bufff, ¿quién tiene luego tres horas libres pa estar doblá viendo videos de perritos monos, medio muerta? A ver si va a ser verdad que hay que agendarlo todo, hasta eso…

En fin, que voy a notar en mi agenda morada :  Buscar tiempo de calidad pa la menda lerenda y echar a la Primitiva si eso.

Que como dice el del chiste “pon un poco de tu parte, no?”

 

LA RURAL WOMAN