Hace medio año salí de una relación tóxica que creí que nunca se terminaría. A día a de hoy aún estoy lamiéndome las heridas, aunque cada día estoy más fuerte.

Cuando conoces a alguien normalmente siempre ves las cosas buenas de esa persona.

Te empieza a gustar, le gustas, os juntáis… Todo es muy bonito.

Luego empiezan los enfados por nada. Enfados que crees que has provocado tú. Y tienes miedo. Crees que se terminará y no quieres que lo haga, porque le quieres. O eso crees.

Después, vienen las amenazas.

“Como sigas así voy a dejarte.”

Los insultos.

“Eres una niñata, gilipollas”.

Los desprecios.

“No sabes hacer nada, no me extraña que nadie te haya aguantado como pareja.”

Y después de llorar y llorar, siempre decía:

“Te perdono.”

 

No había nada que perdonar, porque las peleas las creaba él en su cabeza.

Luego quería sexo. Yo creía que era sexo de reconciliación, pero eso no existe.

Estuvimos un tiempo separados porque creí que no me merecía. Y, aunque así era, volví. Creí que había cambiado. Pero querid@s, la gente no cambia.

Fue como la primera vez: al principio precioso, pero luego se fue fastidiando la cosa.

“Eres una puta y una guarra”. “No sirves ni para limpiar”. “Lo haces todo mal.” “Me das asco.”

La segunda vez sí que fui muy consciente de que no era mi culpa. Yo intentaba hacer todo lo mejor posible, pero él siempre encontraba pegas.

Si él se quedaba en casa porque estaba cansado y yo no me iba a dormir con él y salía con mis amigos, me insultaba.

Si había algo que no se hacía cuando él quería, me insultaba.

Si pasaba tiempo con mi familia cuando él estaba en casa solo, es que no le quería.

Si estudiaba “demasiado” es que no quería pasar tiempo con él.

Si no me acostaba con él, es que no le quería.

Si alguien te quiere, ¿por qué saca todos tus defectos, aquellos que más te duelen? ¿Por qué te dice que te menosprecias por tus defectos y él no hace más que recalcarlos?

Si tan mal hacía las cosas, ¿por qué motivo estaba conmigo?

Yo sabía que algo no estaba bien y no era feliz, no quería estar con él, pero no sabía cómo dejarlo.

Fue difícil.

Fue muy difícil.

Pero, a pesar de haberlo pasado muy mal, de que se me juntó la ruptura con otros temas dolorosos, no volví.

No he vuelto.

Y no pienso hacerlo.

Porque alguien que os trata como una mierda, alguien que os insulta, os humilla, se ríe de vosotros y no demuestra nada de cariño… No os quiere. Por mucho que os lo diga mil millones de veces. Alguien que te quiera nunca va a tratarte mal.

A día de hoy aún a veces se me pasa por la cabeza esa persona y pienso… le quise, pero… ¿qué había de bueno en estar con él? Todo el día en tensión, esperando a no hacer nada que pudiera molestarle porque no tenía ganas de discutir.

Es muy difícil salir de una relación así, mucho. Yo también creía que nunca me pasaría a mí, pero pasó. Y os entiendo a todos aquellos que sufrís esto. Pero os prometo también que vale la pena estar sin esa persona. Aprenderéis a quereros como nunca y no habrá nadie que os deje con la autoestima por los suelos.

El amor es difícil, pero no duele. Si duele no es amor. Dejaros de chorradas con que el amor duele porque tal y pascual… EL AMOR NUNCA DEBE DOLER.

Este resumen de mi historia es para que veáis que no estáis solos, que hay gente que lo pasa o lo ha pasado así. Que de todo se puede salir y que sois personas maravillosas que no debéis menospreciaros porque alguien os lo diga. Que tenéis gente alrededor que os ama y que darían lo que fuera por vosotros. Alejaros de aquellos que os bajan la autoestima y no os valoran.

Valéis millones y podéis con todo.

 

Anónimo

 

Envíanos tus artículos e historias a [email protected]