DE MAYOR QUIERO SER COLABORADORA DE ARUSEROS
Estoy más feliz que un regaliz porque Aruseros también se emite los sábados. No es que sea una fiel seguidora, pero me parece un programa vela en un océano oscuro de pelis alemanas y programas del corazón. Durante el mal embarazo que pasé me dio la vida y me lo veía desde las 7,30 que empezaba, empalmando las reposiciones de La que se avecina en FDF hasta las 4 de la mañana con alguna serie de Netflix. El insomnio en el embarazo es real.
Arús tiene un no-sé-qué-que-qué-sé-yo importante, el humor que gasta, lo bien que hila fino y hasta su calva maravillosamente maquillada que sólo desentona con el color de sus ojeras blancas. Podría ser su voz hipnótica y podrían ser también las hormonas del embarazo, pero le veía el puntillo.
Ahora que por las mañanas no puedo verlo, que las tardes del sábado en las que estoy ociosa en casa me ría bien fuerte con los videos virales y los estúpidos de la semana me alegra el día.
Y es que veo a los colaboradores yendo a currar de buen rollo y te confieso que en ese plan, yo también iba a trabajar un sábado. Vas unas horas, te echas unas risas, tienes buen rollito con los compañeros y te llevas dinerito fresco. Es un win-win.
Yo que siempre he tenido un comecome a nivel laboral y he cambiado mil veces de curro estudiando cosas muy diversas para encontrar mi camino, creo que mi vocación de siempre ha sido entrar de colaboradora en Aruseros. Ahora lo veo claro. Ahora, con canas por todas partes y arrugas emergentes.
Pero cuando se sabe, se sabe. Es que de joven no lo sabía porque Arús estaba en la radio pero yo era más de los 40 principales. Que en mi clase lo que se llevaba eran los casettes popurrí de la música top y ésa era la cadena de referencia entonces. ¿Perdí mi oportunidad? Bueno… Todo el mundo sabe que no se puede viajar en diagonal ni atrás en el tiempo, pero yo creo que aún puedo lograrlo.
¿Qué currículum tendría que tener para que Arús se fijase en mí?
Seguramente periodismo, o quinto de influencer, y definitivamente redes sociales ya que todos sus colaboradores tienen.
Mmm, ahí no he sumado ningún punto porque justo periodismo no he estudiado y las redes sociales me dan mucha pereza y al final el juego de me sigues y te sigo no ha sido creado para mí. Pero bueno, todo es cuestión de ser optimista y venderse bien.
Tengo un humor absurdo bastante ocurrente que en la vida real está un pelín desaprovechado; hay que darle salida en un programa como ése, es claramente una señal.
Además, hay colaboradores que tienen un humor muy particular y sólo se ríen ellos con sus ocurrencias, y ahí están. Lo que me dice que Arús y su gente no juzgan y dan vía libre a la creatividad humorística. Y al final ese grupo ecléctico hacen una piña. Si es que son más cuquis…
En resumidas cuentas, teniendo en mente que experiencia como periodista o comentadora no tengo, que redes sociales tampoco (y si me las hago terminaría por olvidarlas y dejarlas a merced de las pelotillas del desierto), pero que algo de humor sí manejo, puede que si empiezo ahora a estudiar, de mayor pueda ser colaboradora de Aruseros.
Y el mayor va a ser muy literal, porque a estas alturas, como están las cosas, probablemente no podamos jubilarnos nunca, o ser de esos que dicen que les queda un día para jubilarse y seguidamente la palman, o sea que trabajar unas horas en el programa, pasarlo teta y entretener al personal no lo veo tan mal. Así que Arús, tú aguántame unos años más en antena, que me dé algo de tiempo a hacer currículo y trabajar como colaboradora. Ya verás que nos echamos unas risas majas.
Carla Jano
