¿De qué deberías hablar con tu pareja antes de casarte?

 

 

Sí, aún hay gente que se sigue casando. Yo, pese a dedicarme a ello desde hace más de dos décadas, sigo alucinando con la cantidad de parejas que en los tiempos que corren deciden darse el “Sí quiero”. A ver, yo encantada, aunque no libro un fin de semana desde que nació Jordi Hurtado, y ya es decir. 

Con la experiencia de las tantísimas parejas que he casado estos años y la mía propia (actualmente divorciada), te voy a desplegar una serie de temas trascendentales de los que hablar antes de dar el paso hacia el matrimonio. Y digo “matrimonio” por el jaleo burocrático, pero podrías aplicarlo a cualquier relación que te gustaría fuese duradera. ¡Al lío! 

Economía

El refranero español es maravilloso y hay un dicho al que siempre recurro en estos casos: “Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. No sé quién lo dijo, pero cuánta razón. Antes de casarte es imprescindible que se hable de pasta. Y no si prefieres boloñesa o carbonara, sino de dinero. Una convivencia conlleva organización económica, así como la creación de un proyecto juntos con solidez económica. ¿Vais a combinar vuestras finanzas o cada uno llevará sus cuentas? ¿Qué postura tiene cada miembro de la pareja acerca de las deudas y el ahorro? ¿Quién/es y cómo va/n a manejar el presupuesto mensual? 

Hijos

No todo el mundo quiere tener hijos. Ni hombres ni mujeres estamos obligados a reproducirnos, por lo que hay que dejar clara nuestra postura con respecto a la descendencia. ¿Queremos tener hijos? ¿Podemos tenerlos? ¿Cuántos hijos querrías tener? ¿Cuándo comenzamos a buscar? Recuerda que siempre estarás a tiempo de divorciarse, pero un hijo es para toda la vida. Sé consecuente y responsable, que no se conviertan los niños en víctimas de nuestras decisiones. 

Religión

La fe, de existir, también puede suponer un importante tema de conversación. Quizá no al principio, donde el amor te puede dejar ciega, sorda y muda (mal), pero más adelante siempre puede surgir alguna disputa; especialmente, si hay hijos. De la religión derivan asuntos cotidianos muy relevantes: desde la celebración de algún tipo de culto o la asistencia a templos hasta el rechazo al consumo de alimentos. Hay que hablar sí o sí de religión. 

Además, si lo crees necesario, también de política. 

Límites

Interesa saber cómo se gestionarán las amistades para evitar celos. También será imprescindible sentar las bases del manejo de las discusiones o de cómo se aprovechará el tiempo, teniendo en cuenta que hay que respetar el espacio personal y que, a su vez, hay que crear momentos de calidad en pareja. 

Familia

La familia política puede ser una vorágine de conflictos significativa. La dependencia emocional o económica puede generar tensiones que machaquen el vínculo entre dos personas. Habrá que establecer límites y dejar claros qué compromisos son ineludibles, alcanzando un equilibrio saludable para la pareja. 

 

El éxito de una relación duradera es la comunicación. Ceder y ceder por amor, desgastará la relación hasta que el amor se evapore como gasolina a la intemperie y ya no tenga arreglo. Hablar con honestidad, aunque sean temas complejos, no te garantiza una relación longeva, pero sí lo más sana posible. Cuéntame, para ti… ¿qué cuestión es imperativa tratar antes de formalizar una relación? 

Anónimo