Mirad chicas, palabrita del niño jesús que yo respeto todas las opciones en esta vida y que cada una haga lo que le salga de la pingoleta si con eso es feliz, pero es que últimamente no paro de encontrarme con gente que me mira con LA CARA cada vez que les digo que estoy soltera.

Y me preguntaréis: ¿Qué coño es la cara?

Pues la cara, reina y señora de todas las caras habidas y por haber, es esa expresión de pena y lástima que pones al ver a un gatito maullando solo en una esquina, a un perrito abandonado y a una soltera tomándose un mojito tranquilamente en la piscina.

Porque sí amigas, ¿qué tiene la soltería para provocar tanta pena, sólo equiparable a un cachorrillo lastimero moribundo?

Dejemos claro algo: ser soltera no es una condición, es una opción de vida tan válida como la de estar casada. Que yo esté soltera no significa que tenga ningún defecto de fábrica, que me huelan los pies a queso roquefort o que ronque como una foca epiléptica. Significa que o bien no he encontrado a esa persona con la que dar el paso o bien no me sale del ovario hacerlo, porque voy a decir una cosa, soltera se está muy bien.

Soltera se está jodidamente bien.

Y que sí, que vosotros haréis el escarabajo pelotero con vuestros maridos los domingos por la mañana, pero yo me despierto espatarrada con toda la cama pa’mi y quien me diga que dormir con otra persona no es un coñazo, MIENTE.

Ser soltera tiene sus ventajas. No tienes que dar explicaciones de qué haces o dejas de hacer. No tienes que fingir que no quieres la última croqueta, tu vida a ratos parece un capítulo de Sexo en Nueva York. no sufres del apalancamiento y el estado de hibernación amorosa típico de las parejas en los primeros años de relación y vas de polla en polla y tiras porque te toca.

Evidentemente también tiene sus puntos negativos: los ghosting, los tíos plastas, las resacas de los fines de semana…pero sin duda para mí la peor es no tener a nadie que me ponga el nórdico. En esos momentos me replanteo que quizás, sólo quizás, debería buscar un buen novio que me matase las cucarachas, me pusiese el nórdico y me friese croquetas cuando llegase a casa.

Así que en definitiva, estar soltera es tan válido como estar casada. No soy menos feliz que tú por no tener una alianza en el dedo y no pienso cambiarlo por el momento. Así que gente del mundo, dejad de emparejar a vuestros amigos solteros, stop amigos del curro, stop presentar/sacarse del mangote a primos de la nada y sobre todo, dejad de asociar soltería= con estar solo.

GRASIAS.

 

 

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