En días como hoy, en los que me siento una mierda de persona y estoy enfadada sin saber muy bien por qué, hecho de menos como derecho universal poder montar el pollo sin consecuencias.
Me explico bien. No me refiero a decir cuatro cositas o a dar dos voces, no; yo quiero tener derecho a ponerme como una loca, como la rabieta de un niño tirado en el suelo del Carrefour, como mínimo dos veces al año( si no son al mes).
Soltar toda la mierda que me pase por la cabeza en ese momento aunque no tenga sentido ni razón. A todo el que pasara por delante. Hasta vaciarme. Y después darle al reset y que el mundo siguiera como si no hubiera pasado absolutamente nada. Todos happy.
Es una pena que no exista esa función en el ser humano, sobre todo para personas pánfilas como yo que exteriorizan sus sentimientos igual que una patata. Porque yo no digo nada, de nada, de nada pero me voy muriendo por dentro cada vez un poquito más y llega un día que necesito tener una pataleta y justo en ese momento no tengo motivos, pero me da igual. Quiero gritar,llorar,tirarme al suelo y montar un escándalo sin más consecuencias que quedarme sin postre.
He creado incluso una mini playlist mental con las canciones que necesito oír en esos momentos. Dos de ellas son de mi adorado Iván Ferreiro, que siempre consigue describir mis sentimientos mejor de lo que yo misma lo haría. Y la otra es un clásico varias veces versionado incluso por mi otra adorada y descriptora de dolor y mierda Amy Winehouse.
Porque si en algo avanza la ciencia, necesito pero ya que inventen ese botón de reset que nos permita a todos echar lo mas grande por la boca. Estoy segura que el mundo iría mucho mejor, mas ligerito.
Aquí os paso mis temas, para ver si os sentís identificadas con esas ganas de montar el pollo gratuito y sin consecuencias!
Imposible expresarlo mejor que Iván en este tema.
Y como colofón final, la grandiosa Amy en esta versión de It’s my party en la que sobre todo, me define el estribillo.
¡¡¡¡¡Os odio a todas y al mundo que me rodea!!!!! Buenas noches, muchas gracias, os quiero.
