El sábado pasado estaba demasiado cansada como para salir de casa a tomar algo, así que di largas a mis amigas, saqué la batamanta, puse Friends en Netflix, abrí una botella de vino del Mercadona y me tiré en el sofá. Es el plan perfecto, sobre todo si lo acompañas con unas patatitas fritas con sabor a boletus. El caso es que he visto tantas veces Friends que ya me la sé enterita, así que me puse a leer cositas random en Twitter.

Entre memes y fotos de gatos me encontré con un estudio o, mejor dicho, EL ESTUDIO. «La frecuencia ideal de las relaciones sexuales», una investigación con más de 300 personas durante un año de seguimiento. Pintaba interesante así que hice click.

Empiezo a leer y cambio de cara. Termino el artículo y os juro por lo más sagrado que estoy tal que así:

Imagen relacionada

Según este estudio la duración ideal de un casquete es nada más y nada menos que…

¡5 minutos y 40 segundos!

Sí, amigas, tal y como lo leéis. Cinco señores minutos que casi son seis si redondeamos, pero que para mí sigue siendo una mierda pinchada en el palo. Y lo peor no es sólo esto, sino que en el estudio hay gente que dice que para ellos un ñiqui ñiqui debe durar TREINTA Y TRES SEGUNDOS. Releedlo, he dicho 33 segundos. ¿Flipando? Yo mucho.

Todo esto depende un poquito de lo que la gente considere como un polvete, pero es que a mí en 5 minutos y 40 segundos no me ha dado tiempo ni a lubricar. En 33 segundos ya ni hablamos. Para eso abro el cajoncito de mi mesilla, cojo el Satisfyer y me doy una alegría yo solita.

Algo en el fondo de mi corazón me dice que las mujeres que participaron en el estudio tenían a sus novietes al lado y que dijeron estas cifras tan locas para no hacerles sentir mal, porque nadie en su sano juicio considera el polvazo de su vida una miseria de cinco minutos.

¿Diez? Oye, me parece genial. ¿Quince? Me mola. ¿Veinte? Para mí el tiempo perfecto. ¿Treinta? Mejorando lo normal. ¿PERO CINCO? Cinco es nada. Cinco minutos es lo que tardo en hornear la pizza de Casa Tarradellas y me queda cruda. Cinco minutos es lo que tardo en beberme el café cuando voy con prisa. Cinco minutos es lo que tardo en hacer caca cuando estoy estreñida. Sin embargo, para un buen polvo quiero más.

Por favor, decidme que no soy la única que piensa que 5 minutos y 40 segundos es una cacota pinchada en un palo.

 

Redacción WLS