Di a luz a mi primer hijo en pleno confinamiento por la pandemia, con todo lo que eso conllevaba. Básicamente miedo, soledad, aislamiento y muy poca interacción. Nada que no sepáis.

Yo soy una persona bastante paranoica ya de por sí, por lo que fui muy estricta en lo concerniente a la prevención del Covid. Me costó muchísimo animarme a meter al niño en la guardería cuando ya no me quedaba otro remedio y lo pasé mal. Aunque lo cierto es que fue mejor de lo que esperaba. Pensaba que era muy arriesgado, que el niño iba a estar siempre enfermo. Creía que caería una vez tras otra en todos esos virus infantiles de los que se había librado mientras estuvimos prácticamente encerrados en casa. Sin embargo, contra todo pronóstico, eso no pasó. Por supuesto que estuvo malito, que tuvo sus cosillas y que se pasó todo el curso escolar con mocos. Pero, en general, nada parecido a lo que había supuesto que sería.

Dramamá: Mi bebé lo pilla todo
Foto de Sarah Chai en Pexels

Así que, entre la experiencia con el niño, y la mejoría de la situación con el paso del tiempo, para cuando me quedé embarazada de la niña, yo estaba mucho más relajada.

Menudo chasco me llevé y me estoy llevando ahora. Porque la pobreta lleva encadenando problemas de salud desde que nació. Y no por haber nacido con ninguna patología previa ni nada. Es solo que mi bebé lo pilla todo. En los ocho meses que tiene ya ha estado ingresada en la UCI en un par de ocasiones que no quiero ni recordar. En ambos casos por bronquiolitis que se complicaron. Además de las numerosas bronquiolitis, bronquitis y catarrazos varios, ha tenido escarlatina, boca-mano-pie y varias gastroenteritis. Y todo esto sin ir a la guardería. Cosa que no sé si me atreveré a hacer jamás. Porque si estando en casa conmigo engancha una cosa con la otra, no quiero ni pensar qué pasaría si fuera a la escuela infantil.

 

Dramamá: Mi bebé lo pilla todo

 

Y es que es verdad que su hermano sí que va. Tres horitas por la mañana a las que no puedo renunciar. Ha dejado de ir eventualmente durante días o semanas cuando la bebé ha estado pachucha y no podíamos arriesgarnos a que le contagiara cualquier otra cosa a mayores. Por lo demás, y dadas las circunstancias con ella, minimizamos al máximo los riesgos. Apenas salimos, no vamos a sitios cerrados salvo al médico. Usamos mascarillas todavía para hacer la compra o para lo que sea. Nadie viene a casa, no vamos a visitar a nadie. Si vemos a alguien es en espacios abiertos o al aire libre. Pero ni con esas. La niña sigue poniéndose malita continuamente. Termina el tratamiento, los antibióticos o lo que sea, pasa unos cuantos días bien y, de pronto, otra vez con mocos y tos.

Dramamá: Mi bebé lo pilla todo
Foto de Polina Tankilevitch en Pexels

Estamos desesperados. Su pediatra nos dice que ella está bien, que no hay ninguna causa más allá de que están todos los bebés igual. Que ha sido una temporada muy chunga de virus y que los niños lo están pillando todo porque están desprotegidos. Y nosotros no sabemos qué más podemos hacer para evitarlo. Porque más aislados no podemos estar y, aunque este año el mayor ya no fuera más a la guardería, el curso que viene ya empieza al colegio.

 

Dramamá: Mi bebé lo pilla todo

 

Conque pánico me da que esta situación se prolongue aún más y me muero de miedo a volver a tener que ver a mi pequeñita otra vez en la UCI.

¿A vuestros bebés pandémicos les pasa lo mismo? ¿El aislamiento ayuda o será mejor hacer vida normal y cruzar los dedos?

 

Alicia

 

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