Te voy a explicar el arte de tirarse un pedo ninja. Te llevará práctica, pero podrás tirarte los pedos que desees sin que nadie se entere. Sí, lo sé: Gracias, de rien, you are welcome.
Antes de nada, seamos claros y francos: TODOS nos tiramos pedos.
Yo me he topado con alguna tía que le hace creer a su novio que ella no se echa pedos. No sé, yo no me fío de esa gente: La gente que corre por placer es porque huye de algo y la peña que niega echarse pedos, algo muy malo esconde. Siempre lo he pensado oye, que quieres que te diga. Ahora, partiendo de esa base de sinceridad y normalidad, hablemos de practicidad.
En casa de mis padres nunca me eché un pedo en su presencia, eso sí, cuando cerraba la puerta de mi cuarto después de un buen cocido, yo armaba un Chernóbil digno de mascarilla entre aquellas cuatro paredes. Si sonaban, sonaban, no escondía mis pedos y mucho menos los escondía cuando empecé a vivir sola.
Pero claro, ahora llegamos a la fase de citas y convivencia.
¿Cuántos meses puede uno pasar aguantándose los pedos y sufriendo dolor de tripa por retener el metano durante días? Lo ideal, para mucha gente, sería tener una relación en la que los pedos y esas cosas no existieran. Pero seamos realistas ¿Quieres construir un hogar en el que no puedas echarte un mísero pedo con tranquilidad? Tu cuarto no es SOLO tu cuarto ¿Dónde te los vas a echar?
Algunas amigas me confesaron que ellas iban al baño y daban a la bomba o al grifo. Otras se cambiaban de habitación y otras, con plena normalidad, compartían su metanito con su pareja. Cada uno gestiona sus pedos como desea, está claro.
¡Pero yo he venido a traerte otra solución! Después de 32 años y un par de relaciones sentimentales a las espaldas, he descubierto un método para que puedas tirarte los pedos que quieras, delante de tu pareja, sin que nadie se entere. ¡Ojo! Que compartir es vivir y nadie tiene porque ocultar los suspiros de su caca, pero si estas en esos primeros meses de relación y no quieres parecer un tubo de escape de los años 40, este método puede ayudarte.
EL PEDO NINJA
He denominado “Pedo Ninja” al pedo que sale de manera discreta, un pedo tan sutil que nadie se entera de que estuvo allí. Antes de darte instrucciones precisas, quiero que entendamos una cosa: Un pedo es algo natural y cuando llega, no hace falta que lo empujes, se trata de aire que sale de tu anito. Si haces fuerza para expulsarlo, conseguirás que salga antes, pero saldrá estresado y seguramente hará mucho ruido.
EL ARTE DE TIRARSE UN PEDO NINJA – TUTORIAL:
1) Dejar fluir: Tienes que comprometerte a no estresar a tu anito. No fuerces los pedos, cuando vengan, vinieron, pero no aprietes, no los estreses, simplemente déjalos fluir.
2) Ábrete las nalgas: Si el pedo encuentra resistencia sonará. Introduce tu mano de canto por la rajita de tu culete y ábrete las nalgas todo lo que puedas.
3) Relájate: Cuando sientas que el pedo se aproxima a la salida, recíbelo con paz y calma. Los pedos son bienvenidos. Relaja el ano todo lo que puedas y siente la evacuación del pedo como algo natural.
4) Disimula: Esto es algo que llega con la práctica. Si estás en la cama viendo una peli con tu pareja y de repente tu mundo se para y te abres las nalgas, pues que quieres que te diga… seguramente se de cuenta. Ponte de lado, apóyate sobre su pecho y haz como que juegas con tu ropa interior, que te acaricias el muslo… eso lo dejo a tu elección.
Ahora solo te queda practicar y practicar hasta que te salga de manera natural y sin grandes esfuerzos. Yo lo llevo practicando desde hace más de 3 años y créeme, es una maravilla pasar 3, 4 o 5 días con mi chico sin volverme a mi casa con la tripa dolorida de retener tanto metano. Yo me echo los pedos que me da la gana y nadie se entera. Bueno, yo sí, claro.
El pedo ninja sale sin hacer ruido, a veces puede sonar como suena un soplido, pero vamos, nada comparado con el pedo de toda la vida. Eso sí, si huele tienes pocas opciones de pasarlo desapercibido. Yo en alguna ocasión le he echado cara al asunto y he comentado “Joe, que mal huele ¿Te has echado un pedo?” Y claro, la persona involucrada pues te dice que no, aunque eso ya lo sabía.
