Dicen que toda buena señora tiene un secreto, un as en la manga, que solo descubre a sus mejores aliados. Siéntanse pues afortunadas, amigas, porque hoy vengo a hablarles de ese secreto de señora de bien que no podéis dejar escapar.
Fue mi querida suegra la que decidió descubrirme este productazo de limpieza que sirve para absolutamente todo. En varias ocasiones la había escuchado nombrarlo pero dado lo curioso del título del producto en sí, pensaba que era una broma. Nada más lejos de la realidad, la magia de la limpieza existe, y se llama ‘EL MILAGRITO’.
No podía ser de otra manera porque efectivamente sus creadores no mienten, este desengrasante es un milagro y punto. Un multiusos que tanto te puede servir para terminar con la grasa de la cocina como con las peores manchas de la sillita de tu hijo. Es como una especie de mejunje de los dioses que te ayuda en eso de que la casa no se nos vaya de las manos.
Llegaba yo de paseo con la peque en su cochecito. Se acababa de comer (o esparcir por todos lados) un helado de nata y chocolate. Tanto el saco de la sillita como su ropa eran un verdadero cuadro de chorretones de helado. Sabía que lo que nos quedaría a mi marido y a mí sería poner lavadoras sin parar, para variar, pero allí que llegó mi suegra lista y preparada con aquella botella rosa chillón en la mano.
‘Esto con El Milagrito lo arregláis en seguida…‘
Bueno, como que en dos patadas la silla volvía a lucir como nueva y a la ropa no hubo que frotarle ni un poco. Pulverizó todo, le dio un par de meneos y como si allí no se hubiera ni acercado un helado en la vida. Mi cara, pues como si hubiese visto a la mismísima virgen de Fátima. ¡Toma ya con El Milagrito!
Como era de esperar, dada nuestra sorpresa, nos volvimos para casa con una botella debajo del brazo y desde entonces nuestros días de limpieza ya tienen otro nombre. ¿Sabéis ese tipo de manchas que nunca tienes realmente claro cómo eliminar? Para estas cosillas está este producto. Obviamente cumpliendo con ciertos límites como es el caso de las prendas teñidas o tejidos de lana o seda. Pero en general es como la creación definitiva.
Y sí, también sirve para dejar el horno como nuevo. No hay cosa que más pereza me de que limpiar un horno a fondo, de hecho en mi casa es algo que siempre le toca hacer a mi marido (ella, reina del escaqueo). Siempre usábamos el clásico limpiahornos que debías dejar actuar, frotar a saco hasta dejarte las yemas de los dedos… Un día se nos ocurrió probar y así com diría Janice en Friends: OH – MY – GOD! No es que nos ahorrase solo tiempo sino que nuestro horno no había estado tan limpio jamás.
El precio además es casi de chiste si lo ponemos en relación con la calidad que ofrece. Lo comercializan en tres formatos: Botella de 1 litro, que cuesta 2.32 €, botella con pulverizador de 750 mililitros, a 2.52 €, y las garrafas de 5 litros, en las que cada unidad saldría a 11 €. Os puedo asegurar que a cada botella se le saca muchísimo rendimiento.
Lógicamente mi sorpresa con este multiusos me hizo recomerdarlo a diestro y siniestro. Tengo amigos que trabajan a diario con coches, grasa, herramientas de esas que te manchan de pegotes negros con solo mirarlas… Y me han dado las gracias mil veces por la recomendación. Además, este producto también se comercializa en gran tamaño por lo que para aquellos que lo usen a diario en su trabajo les sale la mar de rentable.
Ya sabéis amigas, los milagros en la limpieza existen y si nos podemos ahorrar tiempo y dinero… ¡bienvenidos sean! Espero que deis buena cuenta de mi consejo.
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