Lo reconozco: soy bastante cabrona. Me gusta mucho vacilar y siempre estoy gastando bromas. ¿Consecuencia? Que ya nadie me cree…

Mi última idea de bombera retirada fue el día antes de los Santos Inocentes, para despistar. Busqué en Internet una foto de un predictor que diese positivo y preparé unos audios muy intensos y dramáticos.

“Mamá, que estoy embarazada…”

Mi madre pasó de mi culo. Literalmente me dijo “vete a la mierda un rato, hija”. En el fondo ella trollea mejor que yo.

Con mi novio tampoco coló, pero en mi grupo de amiguis sí que surtió efecto. El problema es que se preocuparon mucho y me sentí fatal, así que corté la broma. Así soy yo, una hija de Lucifer, pero con corazón.

Como conmigo esto ya no funciona soy la representación gráfica de la fábula de Pedro y el lobo, he tenido que convencer a mis seguidores de Instagram para que sean maliciosos y hagan ellos bromitas.

Lo he llamado “reto del bebé”. Las reglas son simples: decir a quién les salga del higo que quieren tener un hijo (porque lo de “estoy embarazada” como que está muy visto). A tu ligue de Tinder que acabas de conocer, a tu abuela, a tu marido, a tu mejor amigo, a tu prima, a quién sea. Y lo bueno de este reto es que es apto para todos, porque también han participado algunos tíos.

Si sois tan guasonas como yo y mis amiguis de Instagram, haced el reto y contadme en comentarios la reacción.