¡Hermanas, levantemos las manos las que somos víctimas del SPM!
Si tienes la suerte de no tener cambios de humor antes o después de tener le regla, no sabes lo afortunada que eres, de verdad te lo digo.
Para empezar y antes de hablar del SPM (síndrome premenstrual para los amigos) que me ha tocado soportar, puntualicemos, que soy una de esas muchas mujeres que vive en discordia con su propia regla.
Mi regla me odia. Yo soy muy regular, hasta que me toca viajar o tengo algún evento importante. Pero ¡eh! no te agobies, que mi regla se mueve, se retrasa o adelanta para acompañarme a todos lados.
Pero más allá de eso, tengo todos los meses un SPM tan cabrón que madre mía, acabo con las oreos de todos los supermercados de mi pueblo.
Antes de indagar más en el tema, dejemos claro que el SPM no son los padres. No es una excusa que se inventan algunas mujeres para no follar, irse a la pelu o comer chocolate como bestias. El SPM es real, está científicamente demostrado y si no has oído ni hablar de él, pues eso que ganas en salud chica.
Yo entiendo la lógica detrás de mi SPM, sé que es un cabrón y sé que todos los meses viene y que entra por la puerta grande armando bien de ruido.
Pero lo que no entiendo es cómo teniendo 32 años no puedo controlarlo. ¿Cómo puede ser que después de tantos años de SPM aún me pille por sorpresa y afecte a mi vida personal?
¿A ti también te pasa?
Yo lo paso fatal y menos mal que tengo una alarma en el móvil asociada a la aplicación de mi ciclo menstrual. Porque chica, no falla, todos los meses sobre la misma fecha discuto con mi pareja, mis amigas y mis padres. Y cuando me deprimo soberanamente porque creo que he echado a todas las personas que quiero de mi vida, miro mi app y me doy cuenta de que estoy en plena bomba meteorológica de mi SPM.
Por más que mi móvil me diga todos los días que respire, que relativice y que estoy en pleno SPM, a mis hormas les da exactamente igual.
Yo no puedo evitar tener más mala ostia que Camilo José Cela. Todo me sienta mal, todo me molesta, nadie me quiere, mi vida es una mierda y sólo quiero meterme en mi madriguera a oscuras, comer chocolate, llorar desconsoladamente y ver fotos de Gerard Butler en bañador.
Como alguna amiga me llame en mis días SPM para rallarme con alguna chorrada de las suyas, enserio te digo que soy capaz de mandarla a la mierda sin ningún miramiento. De echo alguna vez he pensado en poner en la foto de whatsapp «Cerrado por SPM» para que no me molesten.
No es una broma, tú no te imaginas la cantidad de embrollos que tengo que solucionar cuando salgo de mi SPM.
Mi novio suele estar rallado conmigo y mis amigas esperando alguna explicación por ser una puta borde.
Y es que no importa cuántas personas en el mundo pasen por un SPM como yo.
Por que cuando estoy en esos días te juro que siento que nadie puede entender lo desamparada, sola e incomprendida que me siento.
Mi novio me dice «Pero si ya sabes lo que es, contrólalo» Y yo le digo de mala ostia «Joder si ya sabes que al quinto empujón terminas, ya sabes lo que es, contrólalo» Es que no sé… a lo mejor cree que puedo controlarlo y simplemente no me da la gana. Los hombres no entiendes nada, es que ni se imaginan lo que puede ser. Vamos, que ven pelis de ciencia ficción y todo muy lógico todo pero luego no pueden entender un bajón hormonal.
No te digo ya nada, la que se arma cuando estoy sincronizada con mi mejor amiga. Que nos pasamos al teléfono 3 horas poniendo a parir a todo chus, diciendo que la vida es una mierda y mil cosas más. Bueno bueno bueno, menudo panorama que montamos mano a mano.
En fin, yo no sé qué tipo de super poder tenemos las mujeres que nos permite pasar por un SPM todos le meses, pasar por un embarazo, criar a otros seres humanos y no acabar locas del coño.