La realidad es que hay muchas mujeres que no pueden costearse un paquete de compresas con cada regla. Algunas usan trapos, servilletas. Según Águeda Gómez, directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Vigo, cada mujer se gasta entre 6.000 y 10.000 euros en productos higiénicos a lo largo de su vida y 2 de cada 10 mujeres españolas viven bajo el umbral de la pobreza; eso se traduce en que aproximadamente el 20 % de la sociedad femenina no tiene recursos económicos para cubrir sus necesidades de higiene básicas. Sí, son cifras de ESPAÑA.

La polémica encuesta

Soy periodista y trabajo en un medio de comunicación nacional con una importante repercusión social. Desde la sección de “Sociedad” se lanzó una encuesta a nuestra audiencia sobre hábitos higiénicos, tanto en hombres como en mujeres. Sin tener en cuenta otros datos derivados de la encuesta, fue sorprendente cómo muchas mujeres anónimas confesaron que reutilizaban su ropa interior hasta varios días seguidos e incluso utilizaban productos de higiene personal, como tampones, más tiempo del recomendado por el fabricante. Una información muy preocupante, que el equipo de redes sociales decidió compartir con nuestros seguidores.

Tú eres una guarra; yo, un ejemplo

¡Qué triste fue ver la reacción de las usuarias de redes sociales! Triste, decepcionante y hasta vergonzoso. Nuestros compañeros de “Sociedad”, cuya intención no era otra sino la de concienciar de esta problemática, se quedaron traspuestos con la respuesta del público. Lejos de preocuparse por la situación de esas mujeres o de su salud, leímos insultos del tipo: “Guarra, sucia, asquerosa”; e incluso algunos de tinte racista: “Eso las inglesas, no las españolas”. Y, tras soltar la perla de turno, llegaba el momento de la ejemplificación y el exaltamiento personal: “En mi casa nos cambiamos la ropa interior 2 veces al día”. Oye, estupendo, felicidades, pero hay familias que no pueden.

Incapaces de ver más allá

La mayoría de los comentarios a la noticia estaban escritos por otras mujeres que, lejos de empatizar con una realidad ajena a la suya, juzgaban sin tener en cuenta los motivos que llevan a sus semejantes a tomar la decisión de reusar unas bragas o ponerse trapos o servilletas durante su menstruación. Sin dinero para poner lavadoras con frecuencia, por el gasto en jabón y en electricidad, son algunos de los motivos que llevan a estar mujeres a usar su ropa interior hasta 3 días consecutivos.

Además, la higiene femenina es muy cara, sobre todo cuando tienes que elegir entre un paquete de compresas o un plato de comida. Hasta hace poco, en España, los productos de higiene íntima comparten el mismo impuesto que el jamón ibérico y, a día de hoy están gravados al 10 % de IVA. La idea es seguir disminuyendo y alcanzar la ‘tasa morada’, el conocido como IVA superreducido del 4 %.

Cómo actuar ante la pobreza menstrual

Desconocemos la realidad que hay detrás de una mujer que reúsa sus bragas. Ampararse en la libertad de expresión no nos da derecho a ofender a otra persona por sus hábitos privados, que probablemente deriven de una situación de precariedad y vulnerabilidad. Empatía y, entre mujeres, más sororidad hermanas.

María Romero