¿Cómo enfrentarte al ‘En fotos no parecías tan gorda’?

Cariño mío, vivimos en un mundo en el que estar gorda es algo terrible que debemos esconder a toda costa. Hasta las modelos con cuerpos esculturales se quejan de la edición que sufren sus imágenes y la descarada manipulación de la realidad que existe en ciertos sectores. Vivimos rodeados de imágenes que se instauran automáticamente en nuestra mente como un objetivo a cumplir y esto provoca que sintamos una decepción constante por no cumplir ciertos estándares.

¿Sabes la cantidad de páginas web que existen con el único objetivo de que las gordas parezcamos delgadas en fotos? INFINITAS. Desde páginas que te recomiendan poses hasta aplicaciones en las que la propia App te saca la foto con la figura ya estilizada. ¡Yo alucino!

Modelos delgadas felices

Deberíamos poder entender las razones por las cuales muchas mujeres gordas solo comparten imágenes en las que parecen más delgadas. Al igual que intentamos entender las razones por las cuales muchos hombres solo comparten imágenes en las que su polla parece más grande.

Hace años tomé la decisión de que si conocía a gente, lo haría de manera presencial. Precisamente porque me veía incapaz de asumir o reaccionar correctamente a un comentario como “En fotos no parecías tan gorda” y aunque fui constante con mi decisión, te diré que en un momento de mi vida tuve que enfrentarme al comentario del infierno.

Una de mis amigas de la infancia me puso en contacto con una conocida de su universidad para que pudiera acogerla en mi grupo de amigas. Me puse en contacto con ella, hablamos varias veces por Facebook y le invité a venir un sábado. La chica (a partir de ahora Diva) parecía una tía maja, le motivaba mucho el tema de la nutrición, el crossfit y se dedicaba al marketing como yo.

Llegó el sábado: yo estaba con mis amigas en una terraza tomando cañas y contándonos nuestras batallitas. Diva iba a llegar, al menos 40 minutos tarde, pero tampoco nos importó porque teníamos mucha cerveza y croquetas. Me suena el teléfono y Diva me dice que la recoja a 20 minutos andando de donde estaba porque no sabía cómo llegar al bar (puntualizo: había compartido mi ubicación y ella tenía un Smartphone con acceso a internet).

Bueno, da igual. Voy a por ella, le saludo, le doy dos besos: “Encantada de conocerte” y todas esas cosas. Entonces Diva, me mira de arriba abajo y me dice Eres distinta a tus fotos, estas más gorda. Claro ¿Qué haces? En el momento no puedes hacer mucho más que obviar lo que has oído y apostar por recuperar la normalidad, así que eso hice.

Durante los 20 minutos que tardamos en llegar al bar donde me esperaban mis amigas, Diva me estuvo explicando cómo tenía que comer, qué ejercicio debía hacer y sobre todo, que no debía subir fotos a las redes sociales porque las personas podían confundirse. Yo estaba FLIPANDO ¡La conocía desde hace 20 minutos! ¿En qué momento se siente esta tía con la autoridad para contarme como tengo que vivir? ¿Por qué todo el mundo te da mil consejos para adelgazar?

Llegamos al bar, pido otra caña y nos sentamos. Nos traen la bebida y una ración de chorizo. Diva coge su bolso y saca un yogur de soja y una cuchara. Yo le pregunto “¿No quieres un poco de chorizo?” Y ella me responde:

No, yo no como de eso y tú con tu peso, tampoco deberías”.

Mis amigas se dieron cuenta de la situación. Una de ellas le miró fijamente y le dijo claramente “Acabas de llegar a un ambiente en el que nos respetamos y nos queremos y creo que tú no estás a la altura”.

Diva se disculpó e intentó tomarlo con humor. Después de aquello, aún sabiendo que Diva no tenía amigas en la ciudad y aunque me llamara repetidamente, decidí no volver a quedar con ella. No deberíamos tener que enfrentarnos a estos comentarios o situaciones, pero lo queramos o no, suceden. Y cuando se dan este tipo de situaciones puedes optar por obviar el comentario o confrontarlo.

¿Cómo puedes confrontar este tipo de comentarios?

Hazlo tuyo: “Lo sé y además estoy mucho más buena en persona

Averigua si ese hecho supone un problema para esa persona: “¿Tú crees? No sé, yo me veo mucho mejor en persona ¿Qué te parece a ti?»

Ponle en su lugar: “Es normal, tú también eres diferente a las fotos

No confrontes un comentario con odio.

Siempre he creído que si alguien te falta al respeto eso no justifica que tú lo hagas de vuelta. Puedo estar equivocada, pero podemos elegir ser mejores. Se le caerá la cara de vergüenza cuando vea que eres mil veces más elegante. Si después de solucionar este asunto, te demuestra que efectivamente es una persona sin empatía, egoísta y capaz de abordar tu libertad y tu bienestar, le borras de tu vida y adiós muy buenas.

M.Arbinaga