Para poneros en situación, cuando pasó todo esto que os voy a contar hacía muy poco que mi ex y yo habíamos roto. Había sido una ruptura amistosa, simplemente nuestros horarios no cuadraban y no teníamos tiempo para vernos mucho y, como tampoco ninguno de los dos se estaba esforzando mucho en ver al otro, nos dimos cuenta de que no nos echábamos mucho de menos. Así que, fuimos maduros y rompimos la relación. 

Días después de romper, me acerqué a su casa para recoger algunas prendas que tenía allí todavía. Fue entonces cuando, rebuscando entre los cajones de la ropa interior, encontré un papel muy doblado debajo de la ropa más vieja. Al abrirlo, me topé con una lista detallada de nombres de mujeres seguidos por fechas y puntuaciones.

Empecé a leer con curiosidad, tratando de identificar a algunas de las chicas de mi grupo de amigos. Había puntuaciones de uno a diez al lado de cada nombre, y me sorprendió descubrir que mi nombre estaba en la parte superior de la lista con una puntuación perfecta de diez.

Me sentí halagada por un momento, hasta que recordé que esta lista era de mi ex. ¿Cómo podía haber mantenido un registro detallado de todas las chicas con las que había salido? Sentí una mezcla de emociones: curiosidad, incredulidad y una pizca de celos. No era la única con un 10, su ex más reciente antes que yo también tenía otro y al lado de su nombre había escrito “la definitiva”. 

A pesar de estar molesta, me recordé que ya no estábamos juntos, así que no debía darle tanta importancia. No tenía pensado decirle nada hasta que me dio por darle la vuelta al papel. En la parte de atrás, al lado de nuestros nombres había apuntes de carácter sexual. En lo que éramos buenas, en lo que no, intimidades varias…

Fue ahí cuando sentí que realmente no conocía para nada a la persona con la que había estado saliendo.

Decidí confrontar a mi ex sobre la lista secreta. Me sentí incómoda y un poco intimidada por la idea de confrontarlo, pero sabía que tenía que hacerlo. Llamé a su puerta y, después de algunos minutos de tartamudeo y evasivas, finalmente admitió la existencia de la lista.

Me explicó que la lista era una forma de recordar a todas las chicas con las que había salido y que las puntuaciones eran solo para recordar cómo se había sentido en cada relación. Intenté comprenderlo, pero todavía me sentía molesta. ¿Cómo podía haber mantenido un registro tan detallado de sus exnovias?

Decidí poner fin a la conversación y me fui con un nudo en el estómago. Me sentía decepcionada y traicionada por la idea de que mi ex había mantenido esa lista en secreto durante tanto tiempo. Me sentí como si hubiera sido evaluada y catalogada por él, y me preguntaba si alguna vez había significado algo más que un simple número en su lista.

Desde ese día, decidí no volver a comunicarme con mi ex. Me di cuenta de que era mejor dejar el pasado atrás y seguir adelante con mi vida. Aunque la lista secreta me había dejado con una sensación de incomodidad, también me había permitido verlo de manera diferente y darme cuenta de que nuestra relación no había sido tan especial como yo pensaba.

Encontrarla fue una revelación dolorosa, pero también fue un recordatorio de que algunas cosas se mantienen mejor en secreto. Aprendí que la verdad a veces puede ser dolorosa, pero también puede llevarnos a la aceptación y la liberación. Y eso, al final del día, es lo más importante.

Anónima.