Me diagnosticaron endometriosis hace algo más de dos años.

¿Endo que? Sí, sí, en-do-me-trio-sis. Cuando me lo dijeron me hice la culta y no pregunté demasiado qué era porque una amiga la padecía y me había contando algo. Así que después de aquella ecografía vaginal, después de ponerme las bragas y los vaqueros, de la charla con la ginecóloga de urgencias del hospital y después de coger cita con un ginecólogo privado para la semana siguiente, me subí en mi Berlingo y googlee esa palabra. Y esto es lo que apareció.

«La endometriosis consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino.»

Luego aparecieron palabras como: infertilidad, baja reserva ovárica, reglas abundantes, migrañas, quistes, operaciones, grados, infertilidad de nuevo, dolor, ovarios, dolor de nuevo, dolor, dolor, dolor …

giphy

Y sí, duele. Duele y mucho. Duele cuando ovulas, duele cuando te viene la regla tanto que preferirías tener la peor resaca del mundo de Jagermeister durante un cuatrimestre entero con exámenes de por medio. A algunas mujeres les duele al tener relaciones sexuales e incluso a algunas nos duele cuando vamos al baño (vamos, cuando hacemos caca).

Dicen que una de cada diez mujeres padece esta enfermedad, también dicen que de diez mujeres que pueden tener algún proceso de infertilidad cuatro tienen endometriosis, y también dicen que es una mierda padecerla (eso te lo digo yo básicamente).

Han pasado más de dos años desde que sé que es la endometriosis, muchas citas médicas, anticonceptivos, medicación, muchas reglas dolorosas, meditación, mejorar la alimentación, pensamiento positivo, reiki… Y como resultado: una operación hace tres semanas, donde el primer quiste que encontraron medía 3 centímetros y acabó midiendo 10. Donde el segundo quiste endometriósico medía milímetros y terminó midiendo 5 centímetros. (Ambos en cada uno de mis ovarios).

source

Una operación que tuvo como resultado no solo extirpar esos quistes, sino también quitar adherencias entre mis trompas y mi intestino, quitar adherencias entre mi ovario derecho y mi útero y, lo que es peor, una operación que tuvo como colofón final extirpar por completo el ovario y la trompa izquierda.

Y oye, que me queda el otro pero yo cuando entré en ese quirófano tenía dos y salí con uno… Permítanme pasar este duelo. Así que cuando nos digan que somos el sexo débil por favor antes de mandarlos a la mierda pásenle este artículo.

Cuando alguien te diga que quejarse por la regla es de niñas, pásale este artículo. Cuando alguien te diga que quedarte en casa acostada enroscada en una manta llorando viendo en YouTube «best kiss scene ever» es de exageradas, pásale este artículo.

jwggZ

Y si tú también tienes endometriosis: sé fuerte sí, échale ovarios sí, (aunque sea uno). Medita, pinta mándalas, lee libros (te recomiendo luna roja) pero también llora.

Grita, permítete tu dolor.

Y si estás intentando quedarte embaraza y no puedes, y cada vez que te viene la regla quieres caerte tú también por el water. Hazlo. Insulta a quien quieras (en silencio, eso sí) acuéstate en tu cama y no salgas hasta el día siguiente. Cómete una sartenada de papas fritas con ali oli si hace falta, pero mañana…. Mañana vuelve a levantarte, hazte tu buen eye-liner y ponte el orgasm de NARS, y cómete el mundo porque eres una guerrera. Una señora endoguerrera.

Autor: @saramup