Tíos que evitan los preservativos a toda costa

Desde hace tiempo, no paro de ver artículos y publicaciones que hacen alusión a esa mala costumbre que tienen algunos tíos de no quererse poner preservativo y al hecho de que seamos nosotras las que, por sistema, tengamos que insistir para poder mantener relaciones sexuales sin riesgos. Pero es que, además, hablando con mis amigas, me he dado cuenta de que a todas nos ha pasado, al menos, una vez, y la verdad es que me parece muy fuerte.

Todas coincidimos en que los tíos de 20 a 40 años suelen hacerse los locos cuando llega el momento de ponerse el preservativo. Hablo de rolletes y relaciones esporádicas, por supuesto, pero también se da en las relaciones más estables (lo cual me preocupa aún más). Tanto mis amigas como mujeres menos allegadas con las que abordado este tema coincidimos en que las excusas son siempre las mismas:

Me aprieta el condón

Menudo clásico. Para empezar, que no me lo creo. He visto ya muchos vídeos de lo mucho que pueden llegar a estirarse los preservativos sin romperse o deformarse, pero, incluso si ese fuera el quid de la cuestión anda que no ha soluciones. Para empezar, buscar otra talla, que igual en una farmacia o supermercado no se encuentra tan fácil, pero hoy en día, entre los sex shops y todos los comercios online especializados dime tú si no hay opciones.  

preservativo

Me da alergia

Mira tú por dónde cuando no le aprieta suele resultar ser alérgico al látex. Quizá antes sí fuera un buen pretexto, pero ya no cuela. Me reitero en la idea de que no es tan difícil buscar preservativos hechos de otros materiales. Y, además, si vas a una tienda física te asesoran. 

No siento nada

Cuando las dos anteriores no le sirven suelen tirar por esta otra vía. A ver, hijo mío, igual igual… no es, vale, pero tampoco es que te deje el miembro insensibilizado. Es un trozo de látex, no una epidural. 

La insistencia en el ‘yo controlo’

Poco se habla de lo grave que es que esto sirva aún de mantra para muchos hombres. Para empezar porque reduce el riesgo a posibles embarazos no deseados obviando toooda la parte de las ITS (y mira que eso es grave). Pero es que, además, la marcha atrás es una leyenda urbana, y el hecho de que haya adultos que aún crean en ella de verdad denota lo inexistente que ha sido la educación sexual para muchas generaciones.

preservativos

En los casos en los que ellos sí son conscientes de la ineficacia de este método para prevenir un embarazo, pero se aprovechan de la inexperiencia o ignorancia de las mujeres con las que se acuestan, aparte de ser unos manipuladores y unos chantajistas emocionales (no me hace falta presenciar la escena para saberlo) son unos machistas. Ni sociópatas, ni enfermos, ni retorcidos… vamos a llamar las cosas por su nombre. Se puede ser mala persona sin tener ningún tipo de padecimiento.

Esto no es más que un breve repaso por las situaciones más comunes a las que muchas nos hemos enfrentado, pero me parece más que suficiente para concienciarnos de lo necesaria que es una buena educación sexual que, no solo prevenga a los jóvenes de enfermedades y situaciones desagradables en general, sino que les haga entender que los sentimientos y la responsabilidad afectiva siempre están en juego. SIEMPRE. Incluso si se trata de un rollo de una noche. 

 

Ele Mandarina