¿Familia o trabajo?

Supongo que no soy la única con los mismos planteamientos ni dudas existenciales. O eso espero, vaya. Porque me dolería saber que yo estoy afrontando la misma crisis en solitario. Como siempre he dicho: Nunca estás sola. Así que voy a compartir los pensamientos que me rondan la cabeza últimamente, a la espera de algo de apoyo.

No busco respuestas ni la solución unánime y válida en todos los casos (porque cada persona es distinta). Quiero saber cómo otras habéis afrontado el mismo problema, sentirme identificada y acompañada.

 

Os explico:

Me quedé embarazada a los tres meses de firmar el contrato (no era buscado, pero decidimos seguir adelante) y desde ese momento me demostraron que no era «una simple trabajadora» sino que formaba parte de un equipo de personas. Todas me animaron y ayudaron en todo lo que pudieron, estuvieron pendiente de mi bienestar y el de mi familia y siempre han luchado por ofrecerme la conciliación familiar que más se acomodara a nuestras necesidades. Por ejemplo: Al principio trabajaba mañanas y tardes con turno partido. Actualmente, tengo un día libre a la semana y trabajo cuatro mañanas y dos tardes. Además, el salario no está nada mal en comparación a otros sitios en los que he estado. Por lo que hasta el momento se nos ha facilitado mucho las cosas.

Primero de todo quiero aclarar que ADORO mi trabajo.

He estado en muchas empresas del mismo sector, públicas y privadas, y desde hace tres años he conseguido mi lugar de trabajo soñado: Un lugar cómodo y tranquilo donde se valora lo que hago y dónde hasta el momento se me ha acogido a mí y a mis circunstancias. Trabajo en el sector social, estoy con grupos materno-infantiles por las mañanas y con grupos de pequeña infancia por la tarde. Me da la vida ver cómo poco a poco vamos consiguiendo pequeñas cosas. Acompañarles en esa evolución y saber que pueden contar con nosotras.

 

Ahora viene la bomba: Vuelvo a estar embarazada.

trabajo

La fecha de parto ronda las fiestas de Navidad, así que cogeré la baja poco antes y no volveré hasta abril o mayo. Con un hijo podíamos manejar la situación, pero con dos no sé si pueda sostener mi horario ni salario. Entonces un gran abanico de dudas, incertidumbre y preguntas me rodean (obviamente sumadas al cocktail de hormonas que llevo en el cuerpo por el embarazo) y me planteo varias posibilidades.

 

La que todo el mundo me proponer sería buscar otro trabajo con una jornada completa de mañanas (de 8-17h) aunque no sea mi pasión. Aunque no me traten como lo hacen donde estoy ahora ni tenga las mismas facilidades: Una escuela infantil, por ejemplo. Después de mi recorrido profesional ya no me aportará nada nuevo, pero es una opción. Otra idea sería dejar de trabajar un tiempo, pero nuestros ahorros no nos permitirían aguantar mucho tiempo con un único salario al mes y dos hijos. Estas son las primeras, pero después de darle vueltas y más vueltas se me ocurren de más drásticas:

  • La primera es venderlo todo, mudarnos a vivir al monte, montar un huerto, buscar un trabajo allí de lo que sea y quizá hasta vivamos mejor que en la ciudad. Aire puro, mejor comida y calidad de vida. Seguro es que estaremos más tranquilos que en el centro, vaya.
  • Otra es pedirle a mi marido que deje el trabajo de sus sueños y se ponga de transportista otra vez. No lo he dicho en voz alta porque conozco el sacrificio que requiere: Trabajar de sol a sol, cargar y descargar, y perderse como pasa la vida y cómo crecen los niños. Él ganaría por los dos, pero estaríamos solos. O todo lo contrario: Me sacrificó yo, dejo de trabajar y me dedico a la crianza. Sabiendo, obviamente, que con un solo salario no viviremos igual que ahora.
  • Y la última sería aguantar el tirón de mi trabajo (horario de locos y buscar tiempo de calidad para estar con mi familia), y encontrar el momento para acabar la carrera. ¿Puede que así pueda optar a mejores opciones? ¿O hago las oposiciones para funcionaria? ¿O me apunto a listas a ver si algún día me llaman?

familia

Veo como nos ponen entre la espada y la pared; como la sociedad no está hecha para que las madres tengan éxito en sus carreras sin sacrificarse y al final tienen que elegir: Familia o trabajo.

¿Soy la única que cree que cambiar de trabajo o reducir tu jornada es dar un paso atrás? ¿Por qué esta obligación de sacrificar tu proceso (y progreso) laboral para poder maternar como una desea? ¿Por qué el estado o la sociedad nos lo pone tan difícil? ¿Tenemos que escoger? ¿En serio debemos elegir? ¿Por qué siempre nosotras?

 

MOREIONA