El drama de empezar una dieta baja en hidratos ha hecho que tenga que buscar alternativas para poder comer pan, porque hay cosas a las que una no piensa renunciar. Y aunque sea poco, me embarqué en la búsqueda de las mejores recetas de la web para hacer panes que fueran potables. Yo como buena amante del pan, me gusta de todos los tipos así que he ido probando varias, pero de las mejores que he encontrado es la que os vengo a contar: La de focaccia.

La receta que encontré no solo es baja en hidratos, también es sin gluten y es que la repostería sin hidratos, aunque muy posible, requiere de una cantidad de ingredientes que posiblemente no conocieras antes si no eras celiaco. Se usa mucho la harina de almendras o la de coco, incluso la harina de lino. Los resultados son sorprendentes y creo que mucho mejores que otros panes sin gluten que haya probado procesados. No hay nada como cocinar. También hay que tener en cuenta que estas recetas a veces son un poco alquimia así que hay que ser un mínimo cocinillas y a veces tener un poco de paciencia.

Los ingredientes

Cosas como la harina de almendra la puedes encontrar fácilmente en Mercadona en la sección de repostería. La levadura en polvo de panadería también está en cualquier supermercado que tengas a mano, pero cosas como el psyllium husk o la goma xantana, que no venden en el súper puedes encontrar sin problemas en Naturitas y a un precio estupendo, mucho más que si vas a un súper ecológico o un herbolario. El resto de ingredientes yo los compré en Mercadona, pero cualquier supermercado te valdrá.

Necesitarás:
2 cucharitas de levadura de panadero, 2 cucharitas de sirope de arce (o miel), 80ml de agua templada, 144g de harina de almendra, 28g de psyllium husk, 1 cucharita y media de goma xantana, 1 cucharita y media de levadura en polvo, 1/2 cucharita de sal, 1 huevo (a temperatura ambiente), 2 claras de huevo, 13g de aceite de oliva virgen extra y 2 cucharitas de vinagre de manzana. Para la cubierta os hará falta romero, más aceite de oliva y sal escamada.

Las instrucciones

  1. En un bol grande añade la levadura de panadero y el sirope de arce (o miel) y mézclalo. Calienta el agua hasta que esté medianamente templada y añádela. Para más exactitud debería estar a 40ºC. Vierte el agua sobre la mezcla, tapa el bol con un trapo de cocina y déjalo reposar unos 7 minutos. Cuando pasen los minutos la mezcla debería estar burbujeando, si no han salido burbujas no ha salido bien ya que la levadura tiene que activarse. 
  2. Mientras la levadura se activa puedes ir mezclando en otro bol las harinas. Harina de almendra, psyllium husk, goma xantana, levadura en polvo (yo uso Royal) y la sal. Dale unas vueltas para que estén bien mezcladas.
  3. Una vez la levadura de panadero se ha activado, añádele el huevo, las claras de huevo, el aceite de oliva y el vinagre. Mézclalo todo bien hasta que quede una textura homogénea. Añade en 2 partes la mezcla de harinas para hacerte la vida más fácil y que se vaya juntando mejor. Querrás hacerlo más o menos rápido para que la goma xantana se active. Finalmente, la masa quedará en una bola.
  4. En un molde de bizcocho con papel de horno previamente mojado en aceite (para que la masa no se pegue) extiende la masa hasta que tenga el mismo grosor en todas partes y con tus dedos mojados en agua, haz hendiduras por toda la masa. Rellena algunos de los agujeros con romero y la sal en lascas y hecha un chorro fino, pero abundante de aceite por encima. Tápalo con un trapo y déjalo reposar 40-50 minutos para que crezca un poco. 
  5. Calienta el horno mientras la masa sube. Ponlo a 180ºC y si tu casa está en una altitud tipo montaña 190º.
  6. Pasa el molde al horno y mantenlo durante 25-30 minutos cubriéndolo con papel albal al minuto 10 para evitar que se dore demasiado y pierda el color espectacular que tiene que quedar al final. Asegúrate de que el papel albal no toca la masa del todo.
  7. Cuando saques la foccacia del horno deja que se enfríe de todo si puedes. Por lo menos dale 15 minutos antes de probarla ya que el propio proceso de enfriado es importante para que consiga la textura óptima.
  8. Puedes guardar la focaccia en un táper bien cerrado a temperatura ambiente y pasarlo por el tostador antes de comértelo. Aguanta durante 3-4 días. 

El resultado

Una focaccia maravillosa para cuando vienen visitas a casa que quieras impresionar. La receta original sale de aquí a ver si os vais a pensar que soy yo cocinera o algo y la página, aunque está en inglés es súper recomendable porque tiene un montón de recetas healthy y sin gluten estupendas que estoy deseando seguir haciendo, probando y contándoos. ¿La siguiente? Galletas.