No todos los días tienes la oportunidad de echar abajo una barra de pole dance. En aquellos días en los que yo y mis amigas éramos las reinas de las discotecas de Barcelona, aquí una servidora se forjó un nombre en la farándula de la noche.

¿Cómo? ¿Por qué? Bueno, no todos los días se conoce a una personaje como yo que en un intento de ligar pueda echar abajo una barra de pole dance y arrase con la mesa de la zona VIP reduciéndola a cenizas.

“La castigadora” Me llamaban.

Verdad como la vida misma y vergonzante como pocas cosas.

Salíamos todos los sábados y algunos viernes. No nos perdíamos una buena fiesta, la verdad sea dicha.

Claro, si te vas de aventuras borracha 2 veces al año tienes pocas opciones de que se te cruce la noche, pero si todas las semanas juegas al bingo, en algún puto momento va a tocarte el premio.

El caso, que una noche salimos de fiesta y acabamos en una discoteca en la que estaba parte de un equipo profesional de Basket.

¿Qué equipo? Mira, sinceramente, si lo supiera te lo diría. Pero entre que no sé nada de Basket e iba borracha, el sistema de recuperación de datos está verdaderamente jodido.

Vimos a tres chicos muy altos y con pinta de atletas, los tíos eran unos dioses del Olimpo señoras, o al menos, a mí aquella noche me lo parecían.

Mis amigas y yo, entre que teníamos muchas ganas de jarana en las bragas y somos más saladas que un pepinillo hicimos migas con ellos y estuvimos hablando un buen rato. Sacamos unas copas y estuvimos bailoteando. Nos dijeron que jugaban al Basket pero bueno, no nos imaginamos en ningún momento que a nivel profesional.

Al de un rato nos invitaron a subir a su reservado VIP y no nos lo pensamos dos veces.

¡Flipe! Tenían una zona reservada con balcón encima de la discoteca. Veían todo desde arriba. Tenían un sofá enorme de terciopelo en forma de U. Una mesa de cristal baja en el centro del sofá con un montón de botellas y una barra de pole dance.

Allí estábamos por lo menos 25 personas, pero la mayoría eran hombres y ninguno medía menos de 1.98m. Poco después nos enteramos de que eran jugadores de Basket profesionales y que de competían a nivel nacional e internacional. Mis amigas y yo no tenemos ni idea de deportes así que sinceramente, nos dio un poco igual.

Pero bueno, lo típico, te impresiona. Son deportistas profesionales que salen en la TV, los aficionados si saben quiénes son y al final eso te condiciona y te hace sentir un poco pequeñita.

Yo llevaba una cogorza encima interesante, hacía ya 3 cubatas que había dejado de pronunciar la R y 2 desde que las cosas se empezaban a mover.
Había estado hablando un buen rato con uno de los jugadores, estábamos en una esquina del sofá, justo delante de la barra de pole dance. Bueno vale, hablando pero coqueteando a muerte. Vamos que yo aquella noche pillaba.

Y ¿Qué pasó? Que pusieron el puto “Crazy in love” de Beyoncé.

¡Es que no puedo! ¡Es que no puedo! Oigo esa canción y tengo que darlo todo, esté donde esté. Claro, imagínate mi ímpetu estando borracha y de subidón por estar en un VIP sentada en el regazo de un jugador profesional de Basket.

Nada, me levanto y le digo al chico “Vas a flipar”. Y sí, sí que flipó sí.

Me vine muy arriba con la canción y su: Oh Oh Oh Oh Oh Na Na Na. Por un momento me creí la mismísima Beyoncé. Agarré la barra de pole dance y empecé a bailar alrededor de la barra haciéndome la sexy.

Nota mental: si vas borracha, tienes cara de dormida y no puedes andar recto ¡NO PUEDES ESTAR SEXY!

Sujeté bien la barra con las dos manos, di un salto hacia arriba para deslizarme luego hacia abajo así de manera sensual. Yo pensaba, estoy rellenita pero mira aquella chica que se hizo viral por bailar bonito en una barra de pole dance, yo también puedo hacerlo.

Pues no. Salió mal. Salió MUY mal. Di un salto hacia arriba y tumbé la barra.

Caí con la barra al suelo y para más colmo, la parte superior de la barra cayó sobre la mesa de cristal. El cristal de la mesa volcó, y todas las botellas y todas las bebidas cayeron ¿Dónde? ¡Sobre mí! ¡Bingo!

Fue terrible.

Qué mal.

¿Cómo te puedes convertir en el centro de atención de un equipo entero de Basket? Solo tienes que echar abajo una barra de pole dance y joderles más de 300€ en bebidas. Y si no te funciona me pegas un toque, que a torpe no me gana nadie y siempre se me ocurren maneras de dar la nota.

Además les he dado tema de conversación y risas a mis amigas para el resto de sus vidas. Y no, al final no pillé, claro que no.

Conclusión: No bebas si poleas

M.Arbinaga