Igual a algunas este follodrama os parece una chorrada pero a mi me dejó en shock. Las cosas como son.

Estaba ya a punto de borrarme el Tinder cuando hice match con, llamémosle Patricio.

Patricio es el típico chico que aunque no es especialmente guapo, tiene buena planta y sobre todo mucha actitud. Así que pa’lante.

Los dos fuimos sinceros y nos dijimos las cosas claras: nada de amor, mucho de empotramiento. Gracias. Agradecí que fuera sincero sin caer en ser soez. Estoy aburrida de los que te prometen el oro y el moro, y una vez te meten el churro desaparecen. Las cosas claras y el chocolate espeso.

Quedé con Patricio un viernes al salir del curro y nos fuimos a tomar un vino y unas tapitas. Me conquistó con su labia y sus chistes malos. Qué le voy a hacer, a mi se me gana con chistes de Jaimito.

La cosa iba bien así que me invitó a cenar y después a tomar la última en su casa. Me pareció buen plan y allá que nos fuimos. Ya en su casa agradecí que viviera solo porque ya subimos magreándonos en el ascensor y la realidad es que nos ahorramos la última y nos fuimos directamente a darle al tema.

Y ahora estaréis pensando: ‘pero chica, si todo iba bien ¿dónde está el follodrama?’.

Pues esperad, que viene ahora.

Estábamos dándole duro cuando, con él encima de mi en pleno misionero me dice: ‘espera un momento’.

Estira el brazo hacia la mesilla, abre el cajón, saca una bandejita con un billete bien enrolladito y SE METE UNA RAYA.

meterse una raya

Me quedé tan en shock que no supe cómo reaccionar. Cuando acabó siguió como si nada pero a mi se me había cortado tanto el rollo que a los dos minutos le dije que necesitaba ir al baño y allí me quedé durante unos minutos hasta que decidí decirle que me piraba.

Odio las drogas, me parece muy bien que cada uno se meta lo que quiera, pero me parece una falta de respeto terrible hacerlo en mi cara, y lo que es peor, en un momento así tan íntimo y sin venir a cuento.

Lo peor es que el pareció totalmente sorprendido cuando le dije que prefería irme que aquello no iba conmigo. No se enfadó pero sí que parecía totalmente desconcertado, como si no entendiera qué había podido pasar para que la velada llegase a su fin.

Una pena porque era un chico majo, pero DROGAS NO, amigas, DROGAS NO.

 

Anónimo

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