Follodrama: Siempre que se va a correr me pide matrimonio

 

Llevo saliendo con mi novio casi tres años. Y sí, he usado las palabras ‘saliendo’ y ‘novio’ con toda la intención. Lo considero mi novio porque, vamos a ver, es lo que es, aunque a él no le guste esa palabra y jamás hable de mí en términos de ‘novia’. Y digo ‘saliendo’ porque eso es lo que hacemos. Dado que ninguno de los dos puede permitirse vivir solo, seguimos ambos en la casa de nuestros padres. Por tanto, lo que hacemos en nuestro día a día es quedar y salir y hacer cosas juntos y charlar y liarnos en cualquier lado. Y, de vez en cuando, pagar un hostal para estar de tranquis.

Como adolescentes de casi treinta tacos. Vamos, que estamos un poquito estancados. Hemos hablado de buscar piso para irnos a vivir juntos, pero los alquileres están imposibles y nos desesperamos porque no encontramos nada que nos podamos permitir. Por lo que la cosa va por temporadas.

Yo ya tengo muchas ganas de dar un paso más de una vez por todas, aunque parece que él está la mar de a gusto así tal cual. De hecho, soy yo la que suele sacar el tema. De él no sale nunca, salvo en ciertos momentos… porque, de un tiempo a esta parte, siempre que se va a correr me pide matrimonio. Mira que se pueden decir cosas en ese instante en el que sientes que te vas. Me corro, oh oh oh, joder, dios, un gruñido animal… Pues él ha pillado la costumbre de soltarme ‘Cásate conmigo’ acompañado de jadeos y un ‘aaaah’ del gustillo.

Y yo ahora ya me he acostumbrado, pero la primera vez casi me da un algo. Me creí que lo decía en serio y me quedé allí toda emocionada y al borde de la histeria. Hasta que el muy jocoso salió de mí, me miró con cara de estar aguantándose la risa y me soltó que era bromita.

A mí puta la gracia que me hizo, porque el subidón me duró unos segundos, pero, joder, qué ilusión, coño. Y qué bajón con la ‘bromita’. Que tampoco me hizo gracia a la segunda, ni a la tercera… Me está empezando a tocar bastante los ovarios la movida esta ya. Es que ahora ya follo medio cabreada, porque sé que cuando se vaya a correr me va a pedir que me case con él. Y que será broma todas y cada una de las veces. Porque encima he cometido el error de decirle que me molesta, por lo que ahora el tío no va a dejar de hacerlo ni aunque se lo pida de rodillas.

 

Follodrama: Siempre que se va a correr me pide matrimonio

 

De modo que me estoy planteando copiarle la idea y reunir todas esas cosas que sé que quiere y que no hacemos porque no quiero yo. Lo mismo la próxima vez que lo hagamos me corro al grito de ‘otro día quiero que me la metas por el culo’ o ‘déjame que te la chupe mientras juegas a la Play’. A ver si se ríe del chistecito.

 

Anónimo

 

Envíanos tus movidas a [email protected]

 

Imagen destacada