Llevo un par de días con mal cuerpo y necesito contarlo para desahogarme. 

El otro día fui con mi novio y sus amigos de fiesta por la zona de la Vila Olímpica de Barcelona; nos lo pasamos en grande porque además nos iban invitando a chupitos; cuando la fiesta terminó ellos se fueron para casa y nosotros quisimos quedarnos un rato más, para mojarnos los pies en la playa y ver amanecer juntos a orillas del mar.

un hombre

Fuimos al coche a por un par de toallas y nos quedamos tumbados charlando y mirando las estrellas con el fresquito agradable que hay ya a esas horas.

Habíamos bebido bastante, así que no nos percatamos demasiado del lugar donde estábamos ni nos acordamos de los reportajes que salen en la tele sobre los mirones que van a la playa por la noche para ver a las parejitas o rollos de discoteca, darlo todo retozando sobre la arena.

Empezamos a besarnos como si no hubiera un mañana y él se tumbó encima de mí, nos tapamos con la otra toalla y me metió la mano por debajo del vestido para acariciarme por encima del tanga hasta ponerme a mil.

un hombre

Cambiamos de posición y me tumbé yo encima de él, tapándome de nuevo con la toalla. Le bajé la parte de abajo un poco y aparte el tanga para meterme su polla, empecé a subir y bajar encima de su erección, mientras que él me sacaba las tetas para cogerlas y jugar con mis pezones; Después las dejó sueltas y me cogió del culo para penetrarme más profundo. 

Se notaba que ya había una confianza y una compenetración muy buena porque en pocos minutos ya estábamos los dos casi a punto de corrernos cuando de repente miré a un lado y vi a un hombre con una cámara con lo que parecía visión nocturna grabándonos. 

 

– ¡Para cariño! ¡Hay un hombre haciéndonos fotos o vídeos aquí al lado!- Grité asustada.

 

Se giró de golpe a mirar y cuando miré un poco más al hombre me di cuenta que estaba empalmado y con la mano dentro del pantalón, os juro que me pareció totalmente repugnante. 

Salimos corriendo detrás de él pero entre que nos subimos lo justo la ropa y salimos corriendo, no lo alcanzamos. 

Más allá del asco que me dio y lo violenta que fue la situación, no puedo parar de darle vueltas a que hará este señor, porque además era mayor, con nuestras fotos y/o vídeos; aunque estuviéramos tapados por la toalla, mis tetas estaban al aire y seguro que también se vio como subía y bajaba encima de su polla. 

 

¿Y si lo difunde por ahí rollo porno amateur?

Hoy iremos a la policía a ver qué podemos hacer, a ver si se puede denunciar o que hay que tramitar, pero estoy agobiada por si sale a la luz lo que haya captado con la cámara y lo ven personas que conozco. ¿Os ha pasado alguna vez? ¿Qué se puede hacer?

Oaipa