Las ‘Green Flags’ y el peligro de aplaudir cualquier mínimo gesto positivo de los hombres

Solemos hablar con ternura cuando un hombre actúa emitiendo señales positivas o Green Flags en una relación afectiva. ¿Qué significa esto? Si tu compañero masculino se ha encargado de los niños mientras a ti, mujer, te consumía un episodio de fiebre y vómitos, la gente suele emocionarse y colocarlo a ÉL en un altar. En cambio, cuando es al revés, a ti nadie te aplaude; es lo que debes hacer, y punto.

Es una realidad que la responsabilidad afectiva en las parejas heterosexuales suele estar muy descompensada, especialmente en lo relativo a los cuidados. La despreocupación de los hombres, no solo está normalizada por la sociedad, sino que incluso se ha llegado a aceptar como una cuestión divertida. 

Identificar en los hombres pequeños gestos, valores y conductas positivas está bien; lo malo llega cuando celebramos en exceso que nos respeten, nos cuiden o decidan colaborar en los deberes cotidianos. Hablemos de ello: 

Serle fiel a su pareja, no lo convierte en un “compañero idílico”

Si los dos miembros que conforman una pareja han llegado al acuerdo de monogamia, la fidelidad es un valor intrínseco que no debe festejarse como una bondad. Que te respete, te valore, te quiera y te haga saberlo, debe formar parte de lo natural y esperado por tu pareja.

pareja

Cuidar de su pareja enferma, no lo hace “mejor persona”

Claro que hay que valorar en positivo los cuidados recibidos de cualquier persona, pero es que es lo mínimo que podemos esperar de nuestro compañero de vida. Que te acompañe, que asuma tu parte de responsabilidad como propia, etc. no debe elogiarse como una heroicidad. Es lo que toca, como tantas veces hemos asumido nosotras ese rol sin una ovación. 

Colaborar con las labores del hogar, no le cuelga el cartel de “buen partido”

Es su jodida puñetera responsabilidad. “Es que friega los platos, ¡qué suerte!” o “Pasa la aspiradora una vez a la semana, ¡no te quejes!”. Ni es ninguna suerte y sí, si solo hace eso, sí que puedes quejarte. La faena diaria que conlleva una casa y su limpieza es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros que forman la unidad familiar; incluidos hijos y padres, por supuesto. No “ayudan”, se deben “co-responsabilizar” de los cuidados del hogar y de la familia. De lo contrario, que nos monten un tenderete cada vez que nosotras limpiamos un baño. 

Llevar a sus hijos al parque, no le otorga el grado de “padrazo”

Algunos hombres ya creen que han cumplido como “padre del año” por llevar a sus hijos al parque, al cine o a comer un menú infantil en un restaurante de comida rápida. Pero ¿sabe su talla de zapato? ¿Qué tarea debe entregar en el cole? ¿Cuándo le toca su próxima vacuna? Eso también es tu responsabilidad como padre. Es fácil estar en lo bueno, entre juegos y comida basura, pero más complicado se vuelve cuando hay que introducir la alimentación complementaria a tu criatura o iniciar el viaje que supone dejar el pañal. 

Green flags

 

¿Os habéis fijado? ELLOS reciben los aplausos por cosas que NOSOTRAS hacemos a diario. Al alabar este tipo comportamientos, caemos en la trampa de ondear las Green Flags; un indicador que siempre se aplica a ellos y que esconde una exigencia mínima a los hombres. A nosotras el sistema cada día nos pide ser más polifacéticas y perfectas, mientras la sociedad celebra que ellos hagan lo básico. De esta manera, el nivel de exigencia masculino se mantiene ahí, estacando y sin evolución. 

 

Anónimo