Hacía tiempo ya que no me veía en la necesidad de sentarme ante el ordenador para comentar con vosotras una nueva preocupación relacionada con la crianza y la educación de nuestros retoños. Y si bien es cierto que en este caso mi pequeña todavía no se ha mostrado a favor del objeto en cuestión, lo que sí ha llamado mi atención es la cantidad de familias que han caído en la compra de este, digamos, curioso peluche.

Lo vi por primera vez a las puertas del colegio de mi hija. Una mamá empujaba un carrito de bebé del que pendía un peluche azul atado a uno de los lados de la silla por sus largos brazos. Hasta aquí todo de lo más normal, aunque cuando giré la cabeza vi que algo así como una docena de madres y padres esperaban a la salida del cole de sus hijos con los muñecos en sus manos. Llegué a pensar que aquello era cosa de alguna actividad escolar de la que yo no me había enterado, algo que por cierto es de lo más habitual, pero según llegué a casa comprendí el por qué de aquellos peluchitos azules.

Os lo voy a presentar para que tengáis una imagen del peculiar juguete de moda entre nuestros hijos hoy en día.

Huggy Wuggy
Imagen tomada de Amazon.

Precioso ¿verdad? Él es Huggy Wuggy, un personaje del videojuego de terror para ordenador Poppy Playtime. Y como su propio nombre indica, este juego ha sido creado para mayores de edad puesto que la historia se basa en recorrer una antigua fábrica de juguetes abandonada. Huggy es uno de los aterradores objetos que toman vida en la historia, y su misión ante todo es asustar a los niños invitándoles a acercarse para robarles las sangre, a mordisquitos, con esos maravillosos dientes que podéis ver en la fotografía.

Además, si con esto no fuera suficiente, Huggy Wuggy tiene su propia canción. Una hermosísima rima que os traduzco a continuación para que no os falte detalle.

Mi nombre es Huggy Wuggy
Los dientes afilados te dejan ensangrentado
Nunca me llames feo
Abrázame hasta que mueras

Se donde te escondes
Amanece los respiraderos que se deslizan
¿No sabes que te encontré?
Donde quiera que vayas

En la oscuridad estoy esperando
No hay escapatoria
¿No sabes que estoy detrás de ti?
Más cerca de lo que crees

Esta es mi fábrica
Este es mi hogar
10 largos años he caminado por estos pasillos
Esperando solo
¿No quieres venir a jugar conmigo?
Quédate un rato
Prometo que no morderé tan fuerte
Solo cree en mi sonrisa

Mi nombre es Huggy Wuggy
Cuerpo difuso y tierno
¿No quieres venir abrazarme?
Abrazarme hasta que mueras

Como podréis comprender mi cabeza casi explota cuando uní toda esta información con decenas de padres y madres comprando este peluche a sus hijos. ¿Pero en qué cabeza puede caber querer que tu retoño tenga a este esperpento como juguete? Ya de por sí que un niño quiera jugar o abrazar a tal ser horrible es chocante, pero que además el bicho te cante al oído que quiere devorarte a mordiscos… ¿Qué mierdas le está pasando a la infancia?

El dato que me faltaba era que de Huggy se ha creado un mundo virtual adaptándolo de alguna manera al público infantil. En este punto debo decir, si queréis mi opinión, que no lo veo nada claro, pero como de costumbre en estas cosas son las grandes cuentas y los creadores de contenido online los que llevan la batuta. No hablaré de ningún canal de Youtube en concreto aunque si queréis saber más lo tenéis muy fácil con una simple búsqueda en la plataforma de vídeo digital.

Digamos que estos creadores han decidido, por el motivo que sea, que jugar con los peluches de Huggy Wuggy y su compañera rosa e igualmente tétrica, Kissy Missy, es una gran idea. A partir de historias de humor e intriga generan una serie de vídeos donde estos personajes de afilados dientes entran en sus casas, raptan a gente, roban, destrozan… Todo sumamente divertido. No lo es quizás para nosotras, las adultas, pero sí para nuestros pequeños que consideran que jugar con Huggy y con Missy es lo más de lo más ya que sus ídolos de internet también lo hacen.

¿Hay maldad en todo esto? En nuestros hijos en absoluto. Ellos tan solo ven un peluche más, feo de narices todo hay que decirlo, pero un ser de fantasía al fin y al cabo. Quizás el error está en dar cabida a cierto contenido utilizando para ello personajes con un trasfondo tan oscuro y malévolo. Existen un millón de peluches y dibujos perfectos para que nuestros hijos jueguen ¿por qué hacer de un ser asesino su nuevo mejor amigo de peluche?

Es cosa nuestra como madres el marcar las pautas de qué contenido deben o no ver nuestros hijos. Por mi parte tengo claro que ni Huggy saldrá en ninguna pantalla y tampoco su peluche entrará en mi casa. Y es que si me encuentro con semejante ser en una habitación oscura, la que sale por patas soy yo.

Mi Instagram: @albadelimon