El programa de salud infantil dispone de unas revisiones periódicas para los niños desde su nacimiento hasta que cumplen los 14 años con motivo de realizar un seguimiento ante posibles enfermedades en estadios precoces. De este modo, tener toda la información necesaria sobre cuándo realizar estas revisiones es fundamental para que los más pequeños estén protegidos ante cualquier tipo de problemas de salud, con el objetivo de detectarlos a tiempos y poder realizar un tratamiento específico en caso de que sea preciso.
Si bien las primeras revisiones son importantes, una de las fundamentales es la revisión de los 14 años, ya que es la última que se realiza a un paciente pediátrico en España. En esta edad es cuando se dan las últimas vacunas y se realiza una exploración física completa del paciente con el fin de valorar la madurez sexual del adolescente y aclarar cualquier duda que le pueda surgir al respecto. Los pediatras recomiendan que esta sea una de las revisiones clave e indispensables para cualquier joven, aunque lo ideal es cumplir con el calendario al completo.
Este programa de seguimiento es esencial para el desarrollo psicomotor del paciente, debido a que, si se produce algún tipo de alteración en este aspecto, su detección temprana puede ayudar a realizar un diagnóstico preciso y tratar de encontrar las soluciones adecuadas desde prácticamente el inicio. El objetivo es que, una vez detectada cualquier anomalía, el paciente pueda ser derivado a terapia al instante.
¿Cuándo son las revisiones pediátricas y para qué sirven?
En España hay hasta trece revisiones pediátricas diferentes desde el nacimiento hasta el cumplimiento de los 14 años. Si bien la gran mayoría se realizan en los primeros meses y los años iniciales del paciente, realizar el seguimiento completo es clave para obtener un resultado óptimo en las vacunaciones y pruebas que se realizan en el proceso. Estas son todas las revisiones:
- Revisión del recién nacido. Esta revisión se produce en los diez días posteriores al nacimiento del bebé y se realiza una revisión general para comprobar que todo esté bien para realizar la historia clínica.
- Revisión del primer mes. Cuando se cumple un mes del nacimiento del bebé, se realiza una exploración del desarrollo del paciente y del funcionamiento de sus cinco sentidos, así como el estado neurológico.
- Revisión de los dos meses. Además de realizar las comprobaciones previas, esta es la primera revisión en la que se pone una vacuna.
- Revisión de los 4, 6, 9 y 12 meses. En estas revisiones se continúa con el proceso de vacunación y las comprobaciones del desarrollo del paciente.
- Revisión de los 2 y los 4 años. Dedicadas al seguimiento del calendario de vacunas, así como analizar el desarrollo locomotor y del lenguaje.
- Revisión de los 6 años. Más allá de una nueva programación de vacunas, es el momento idóneo para realizar una revisión de la vista y continuar el seguimiento del aparato locomotor.
- Revisión de los 8 años. Esta edad es crítica para la tensión arterial y el aparato respiratorio, por lo que la revisión hace especial hincapié en estos aspectos.
- Revisión de los 12 años. Una de las últimas revisiones que continúa el calendario de vacunas y, además, comprueba el desarrollo físico en la pubertad, así como la evolución de los dientes, la vista o el oído.
- Revisión de los 14 años. Como se mencionaba anteriormente, es la última en la que se da una vacuna y se realiza una revisión general del paciente.
De este modo, acudir al pediatra en estas edades es clave para evitar cualquier tipo de enfermedad y que, en caso de existir, pueda ser detectada a tiempo.