Para ser completamente sincera, soy de ese grupo de seres humanos que jamás ha soportado a Justin Bieber. Cuando su éxito lo puso ahí arriba yo no entendía nada, no podía aguantar su flequillo de medio ‘lao’ tapándole parte de la cara y tampoco el aspecto de chaval sobrado de la vida. Que no, a mí no me conquistó en absoluto ese niño y mucho menos lo hizo el medio adulto en el que se ha convertido con el paso de los años.
Lo genial de todo esto es que el tiempo me ha dado la razón y ha sido el propio Mr Bieber el que la ha cagado lo más grande a través de una publicación en su cuenta de Instagram. Hace apenas unas horas el cantante nos hacía a todos partícipes de la que él hace llamar la ‘ECUACIÓN LEGENDARIA’, haciendo alusión a que la suma del talento de Michael Jackson y 2Pac da como resultado a su amadísimo colega Chris Brown.
Pues muy bien, muy libre es cada uno de elogiar a los suyos e intentar elevarlos al nivel de genio de la manera que quiera. Pero Justin no se ha quedado ahí y ha decidido acompañar la imagen con un breve texto en el que habla del talento, del éxito, de no valorar a las personas… y de los errores.
Sí, porque para Justin Bieber, a Chris Brown no se le valora lo suficiente por un ‘error’ que cometió en el pasado. Y para el que no lo sepa, ese error fue maltratar reiteradamente a la que entonces era su pareja sentimental, Rihanna.
En pleno siglo XXI, cuando la lucha contra los malos tratos y el empoderamiento de la mujer está más latente que nunca, nos damos cuenta de que un chaval de veinticinco años todavía no es consciente de que el maltrato no es un error, sino un delito muy grave. Que soltarle un bofetón a tu pareja no es un descuido ni un desliz, que es una barbaridad que se ha llevado por delante a demasiadas mujeres en este mundo. Que no es un descuido, colega Justin, que es una aberración y algo que nunca debería perdonársele a nadie (por mucho talento musical que corra por sus venas).
Si es que ahora, encima, Brown es aquí la víctima porque la sociedad no lo ensalza todo lo que se debería. Pobrecito Chris, con lo bueno que es en lo suyo, y la gente no hace más que recordarle que un buen día le dio una paliza a su chica dejándole el rostro medio desfigurado. Qué poca compasión tenemos, qué poca empatía y cuánta maldad hay en nuestras vidas. Efectivamente, señor Bieber.
Lo (único) positivo de esta inmensa bazofia que es la publicación de Justin, es la de respuestas negativas que a lo largo del día ha ido recibiendo. Desde personajes famosos, artistas, músicos… son ya muchos los que han decidido darse un paseo por la fotografía del cantante para dejarle claro que la realidad no es esa ni muchísimo menos. Que sus palabras son un insulto para la sociedad en general y para todas las mujeres maltratadas en concreto. Y que intentar justificar lo sucedido con Rihanna no tiene ningún sentido. Vamos, que ni habiéndolo querido la habría cagado más el chaval.
Todo esto aderezado con diversos comentarios de su agradecido amiguísimo Chris Brown, que lo colma de corazones y de palabras de afecto. Porque claro, que mira todo estos despreciándome una vez más, qué dura es mi vida por un mero error que cometí hace unos años. ¡Rencorosos!
Yo voy a terminar este breve pero intenso post con aquella imagen de una Rihanna destrozada. Por si alguno de vosotros, lectores, también es de la idea de que un ‘error’ le puede pasar a cualquiera y que tampoco es para tanto. Que realmente el talento de Brown está por encima del bien y del mal o de cualquier delito violento, ¡claro que sí! (Eyeroll infinito y bilis, mucha bilis).
