Érase que se era, en aquellos tiempos lejanos en los que podíamos salir a las discotecas y en los que la distancia con el resto de seres humanos era lo que menos nos preocupaba:

Mis amigos y yo fuimos al COTILLÓN DEL AÑO. Ese que crees que va a ser perfecto por la ubicación (cerca de un kebap o churrería, la última discoteca y una parada de taxis), por  la gente y por la música ( que el DJ te mezcle la “Mujer de verde” de Izal, con “Tú me dejaste caer “  “cuando zarpa el amor” y “ We are the Champions” de Queen ). 

Ahí nos encontrábamos. Todos muy elegantes, con todos aquellos brillos, escotes imposibles y trajes negros que reservábamos para esa noche. Imaginaros la situación: de UNA A SEIS había que amortizar los 60 EUROS que había costado la fiestecita, unos tristes saladitos y una bolsa de cotillón precaria. 

Manos a la obra, cariño.

No recuerdo la hora exacta pero sí que había amortizado al 50% el cotillón a base de gin tonics y chupitos de tequila  fresa y fireball. Discoteca de tres plantas con posibilidad de asomarte en cada una de ellas para ver la pista del baile del medio. Al nosecuantitos cubata y al ritmo  “Zúmbale el mambo pa’ que mis gatas prendan los motores”, me asomé y LO VI. 

Al presunto culpable, al infiel del año y al ser mas desgraciado del planeta en ese momento para mí: EL NOVIO de mi AMIGA con otra CHICA que no era mi amiga, claro, más que nada porque la chica era rubia y mi amiga tiene el pelo más negro que los cojones de un grillo.  Aparte de que mi amiga se había ido a pasar la navidad a su ciudad natal. 

Me quedé observando un par de minutos incrédula. Busqué una foto del chico en cuestión porque solo le había visto un par de veces en mi vida y de fiesta, pero sólo tenía disponible la foto de perfil del whatssap de mi amiga en la que salían besándose. Qué momentito para ponerse románticos, por dios. ¿Quién pone una foto de su espalda y culo en la foto de perfil de Facebook?. Lo di por perdido, tenía que actuar.

Y es que, el “ serán imaginaciones tuyas”o  “ a ver si te vas a graduar la vista  de una vez” pasó a un “no me jodas que si que es él” cuando miró hacía arriba. Ahí fue cuando llamé a mi equipo de investigación y me creí 007 pensando la estrategia. ¿Os acordáis el capítulo de  Friends en el que Phoebe y Rachel intentan forzar la situación para desvelar que Chandler está saliendo con Mónica?. Sé que sabéis por dónde voy. 

Asi que si, mi plan maestro era que otra amiga mía ligara con el chico infiel. Mi otra amiga que no conocía a ninguno de nada puso algún reparo pero al verme tan enfadada, se contagió de toda la sororidad del mundo y se puso la armadura para la guerra.  

Perseguimos al chico por dos plantas de la discoteca para crear el momento idílico, esto es, a la salida del baño. A mi me conocía por lo que me camuflé como pude entre grupos de gente bailando al son del “Tiburón”. Ojalá alguien me hubiera grabado en ese momento. Hubiera hecho grandes amigos entre vuelta y vuelta. 

Mi amiga tenía instrucciones claras: preguntarle su nombre. Al presunto chico infiel le llamaban por su apellido raro. Pero como no estoy aquí para crear mala imagen de nadie, le llamaré para que me entendáis GARCI.  Entre estribillo y estribillo tenía la confirmación del nombre del chico: era él y además, estaba ligado con mi amiga.

Recordad que yo estaba escondida cuál agente secreto detrás de una columna y bailarinas cambiadas. Esperé no se cuantas canciones, veía a mi amiga reír un poco forzada y al chico, contento de más, iniciar el “baile del cortejo”

Cuando lo vi claro, le hice la señal que habíamos acordado: brindar en el aire.  Por dios, repito, que alguien me hubiera visto. Ella le retuvo hablando mientras yo video- llamaba a mi amiga para desvelarle el tipo de capullo con el que salía.  

No esperé ni medio segundo en la llamada para  ir corriendo a la “ nueva pareja” y decirle: TE PILLÉ, ERES UN BASTARDO.Y QUE TU NOVIA SEPA EL TIPO DE MIERDA CON EL QUE SALE Y TE DEJE PARA QUE EMPIECES COMO EL CULO EL AÑO. Oye, me salió la vena dramática, intensa y de amor profundo a mi amiga.

Pero la reacción de ambos no fue la esperada: se empezaron a reír. Mi amiga se estaba calcando un “Joi”, la novia de Pavón a la que este fue infiel delante de toda España.  No entendía nada. Cuando ya se callaron, mi amiga me explicó que “ese Garci”, no era su “Garci”, que era su primo mayor que se tiraba un aire ( en mi defensa  diré que se tiraban un vendaval). 

 

Cuando el Garci falso acabó de reírse solo dijo que  “menuda imaginación” y le pidió el teléfono a mi amiga. A día de hoy, tengo dos GARCIS en mis grupos de amigos y siempre me recuerdan el momento en el que aparecí de detrás de una columna con los tacones en la mano gritando “eres un infiel”. 

 

Como conclusión de esa noche descubrí que tenía un gran futuro como personaje de telenovela y muy poco como agente secreto. Cada uno nace para lo que nace. ¡Viva el drama amigas!