La llegada de un bebé puede ser conflictiva cuando ya tienes otro hijo. Uno de los mayores miedos que tienes como madre, es que tu hijo mayor sienta celos o envidia por su hermano y empiece a desarrollar un comportamiento inadecuado.

Cuando me quedé embarazada, mi marido y yo pensamos que lo mejor era involucrar a nuestro hijo mayor en todo lo relacionado con la llegada de su hermanito. Nos los llevamos a alguna ecografía, a comprar ropa para el bebé, le hicimos partícipe en la elección del nombre y cuando yo estaba ya a punto de dar a luz, nos fuimos a pasar un día especial para despedirnos de ser familia de tres.

Desde que nació el bebé, mi hijo mayor está encantado con su hermano. Lo mima, está súper orgulloso de ser hermano mayor y hasta se porta mejor que antes. Además, igual que lo involucramos en el embarazo, estamos animando al mayor a que juegue con su hermanito, le cante canciones y le pedimos ayuda en cosas simples como traernos un pañal limpio o la ropita del bebé, para que se sienta útil y valorado.

Bueno pues la gente está empeñada en que, sí o sí, va a tener celos del hermano, que tarde o temprano odiará a su hermano y se empezará a portar fatal. ¿Es que acaso son todos los niños iguales? ¿No puede ser que mi hijo, por su forma de ser, jamás llegue a tener celos de su hermano pequeño?

“Ahora está feliz porque es la novedad, ya verás cuando el bebé tenga unos meses y haga monerías…”

Mi marido y yo hemos tenía que escuchar frases como esta constantemente. Además de gente poniendo caras raras cuando mi hijo mayor se acerca al carro a darle un beso a su hermano, y hasta gestos con intención de apartar al mayor del pequeño. Si yo dejo a mi hijo de 4 años que se acerque a su hermano, tú no eres nadie para apartarlo. Es un bebé, es delicado, pero cuando mi hijo toca y besa a su hermano, lo hace con todo el cariño y el cuidado del mundo.

De momento nosotros estamos intentando hacer con el mayor todo lo que hacíamos antes de la llegada al mundo del pequeño, para que no note un cambio drástico en su vida. Cuando el bebé crezca y nos demande más atención, pues lógicamente pueden surgir conflictos, pero es nuestro trabajo como padres estar atentos y poner soluciones.

 

“Ya verás cuando tenga que compartir sus juguetes con el hermano, no le va a hacer nada de gracia”

Pues seguramente no, a nadie le gusta dejar sus cosas. Pero poco a poco aprenderá a compartir. Además, el pequeño tendrá sus propios juguetes, porque está muy bien heredar, los padres nos ahorramos mucho dinerito, pero también creo que cada uno debe tener sus cosas, cada niño es diferente, cada uno tiene su personalidad y tenemos que darles su lugar como individuos.

“Las peleas cuando sean adolescentes van a ser tremendas…”

Todos nos hemos peleado alguna vez con nuestros hermanos y eso no quiere decir que no nos queramos. Y mis hijos no van a ser menos. Las peleas entre hermanos son bastante comunes y son parte natural del crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes. La adolescencia es una etapa muy convulsa, se está formando nuestra personalidad y las hormonas no ayudan, así que es muy probable que tengas roces con tus padres y hermanos. Pero de ahí a que se vayan a matar o que toda la rabia que, aparentemente, no se han tenido de niños la vayan a desarrollar más tarde, pues hay un trecho.

El caso es que la gente está como empeñada en que los hermanos se tienen que llevar fatal, si no es ahora que son pequeños, será en la adolescencia, o puede que cuando sean adultos, pero mal se van a llevar seguro. Pues a lo mejor no, puede que mis hijos sean dos ángeles, niños modélicos que nunca jamás sentirán celos el uno del otro.