La importancia de hacer tríos con tu pareja  

 

Voy de muy moderna con este título pero os aviso de que no es lo que parece: estoy aquí para hablarte de lo que yo considero una relación de pareja sana. Pero, entonces, ¿por qué mencionar los tríos? Pues porque alguien tiene que decir, en voz bien alta, que para tener una relación exitosa hace falta pensar por tres: por un lado estás tú, como ente independiente; por otro lado, la persona con la que has decidido compartir la vida, que sería ideal que fuese independiente también y, por último, pero no por ello menos importante, está la pareja, como si fuera el tercero en discordia.

Todo esto lo digo sin ser yo psicóloga especializada en conflictos de pareja, ni nada por el estilo. Pero, como últimamente está de moda hablar sin saber, me voy a subir al carro.

Supongamos que formo parte de una pareja heterosexual: mi novio y yo. A mí me ofrecen un trabajo a 700 km de la casa que comparto con mi novio. Le explico las condiciones y está encantado, pero se tiene que quedar en el pueblo en el que estamos, así que empezaríamos una relación a distancia. ¿Cómo le vendría eso a la pareja? Es una pregunta que hay que plantearse. Tríos, queridas.

Os voy a contar mi experiencia personal así, a grandes rasgos, porque algunas de mis relaciones se han roto, precisamente, por no pensar en las tres variables. He tenido parejas que han pensado solo en ellas, sin tener en cuenta lo que yo quería, ni lo que le venía bien a pareja. A esos dos seres los dejé yo, por egoístas. Y aun así tuve que aguantar, con uno de ellos, quedar yo como la mala. 

Aprovecho aquí para pedirle al mundo que, por favor, cuando os enfrentéis a una ruptura, no os centréis solo en lo que está haciendo mal vuestra pareja, que penséis un poquito en hacer autocrítica. Ya no para salvar esa relación, que podría conseguirse, sino, como mínimo, para empezar la siguiente con mejor pie. Siempre es bueno autoconocerse y saber cuáles son nuestros puntos fuertes y en qué podemos mejorar. Yo, al menos, intento vivir así. 

Antes de plantearse todo esto, la premisa fundamental es estar a gusto con una misma. Según mi experiencia, si no estás bien, hay muchas posibilidades de que las relaciones con los demás tampoco salgan bien. 

¡A quererse mucho, señoras y señores!

 

Madamme Squelette