En estos momentos en los que todas ansiamos una gran noche con nuestras amigas. ¿Por qué no pararse a recordar algunas de las noches más locas de tu vida?

Y es que podemos rememorar momentos muy divertidos, lugares y personas. Desplazarnos a ese instante en el que fuimos tan felices y volver a sentir esa felicidad desde nuestro sofá.

Así que os invito a activar el modo “Remember” y evocar alguna de las noches más locas de tu vida.

Empiezo yo, con una noche inolvidable de auténtica locura en la playa, y se lo dedico a todas esas amigas con las que necesitamos una gran fiesta con urgencia.

Todo el mundo sabe que las mejores noches empiezan con un:

“Una más y a casa” Sí, a casa 8 horas más tarde…

Pues ahí estábamos mi amiga y yo, sentadas la mar de tranquilas en una jaima dando casi por finalizada la noche.

Sin embargo, nos dimos otra oportunidad y dijimos “vamos a echarnos una copa y nos vamos”

Estando en la barra de repente una dice “ese chico tiene mucho rollo” Actúa natural...

noches locas

Muy bien, así me gusta… el caso es que no sé cómo, pero acabamos hablando con el susodicho y un amigo.

La cosa se fue animando, nos cambiamos de garito y una de nosotras empezó a monear mucho con el muchacho. Ya era un hecho, habíamos llegado al punto de no retorno.

El único problema era la logística y que una se quedaba sola. Ya somos mayores, ya lo sé, pero estábamos en otro pueblo y teníamos que volver en taxi a casa…

Además que es mucho mejor si hay un plan B, y en este caso, lo había. ¡Digo que lo había! 

Así que hicimos uso del comodín de la llamada. Es el momento de llamar al surfero que horas antes te había dado su número y echar un vistazo por su caravana.

Las noches más locas de tu vida

Y así fue como las dos locas, a lo “teenager” inconsciente total, nos despedimos, con un:

“No tengo batería” “Yo tampoco”

“Vale pues la primera que acabe viene aquí y nos vamos a casa”

Muy lógico todo, irse con desconocidos quién sabe dónde y sin ninguna manera de llamar a ningún sitio. BRAVO

De modo que una disfrutó de todas las comodidades que una “VAN Surfer” te puede proporcionar, mientras la otra se exponía públicamente a lo«baywatch» en el puesto del socorrista a plena luz del día.

Querida, no eres Pamela Anderson…

Las noches más locas de tu vida

 

Y aunque la cosa estaba como para acabar protagonizando un capítulo de mentes criminales…sorprendentemente nos sincronizamos bastante bien y allí nos encontramos al cabo de un rato.

La situación era bastante surreal hasta que uno rompió el hielo diciendo:

“Bueno pues un placer” A todos nos entró la risa, y nos dispersamos felices los cuatro.

Más tarde, cuando nos despertamos ya en nuestras camas, nos miramos la una a la otra y dijimos a la vez…

madre mía anoche ¿no?

Volvimos a reírnos y años más tarde aún seguimos haciéndolo cada vez que nos acordamos de esa tranquila noche en la playa.

Y es que este tipo de anécdotas siempre te sacarán una sonrisa, y ahora más que nunca necesitamos reír.

De modo que,  ¿por qué no dar un paseo por alguna de las noches más locas de tu vida? o mucho mejor ¿te animas y nos cuentas alguna en nuestro foro?