‘¿Le vas a dar teta hasta la universidad?’ y otras memeces que tengo que escuchar
A menudo me pregunto dónde y cuándo se impartió el Máster en Opinología al que parece que ha tenido acceso todo el mundo. Los que no lo hemos hecho somos minoría. Se ve que no nos daba la nota o que no lo podíamos pagar o algo. El caso es que los que lo tienen se deben de ver obligados a usarlo cada vez que tienen ocasión.
Y uno de los temas que más se trabajan en ese máster es el de la maternidad. Es especialmente exagerado en relación con lo que viene siendo traer niños al mundo. La peña controla de fertilidad, embarazo y crianza que no es ni medio normal.
Yo intento que no me afecte, pero empiezo a estar muy harta de los ataques de opinión no solicitada que recibo en cuanto a una cuestión muy concreta: la lactancia de mi hijo de dos años. Venga, dos años y medio, en realidad. Como seis meses de lactancia exclusiva y otros veinticuatro a demanda, combinada con la ingesta de todos los alimentos sólidos que necesita.
Yo no sé si es porque no me oculto para darle pecho, o porque no tengo problemas en hablar de ello si me preguntan. No tengo ni idea de por qué la gente se cree en disposición de juzgarme y darme consejos. O decirme cosas como ‘¿Le vas a dar teta hasta la universidad?’ y otras memeces que tengo que escuchar.
Memeces como estas:
- ¿Le vas a dar teta hasta la universidad?
Sí, claro. Y cuando se independice me pasaré por su casa también todas las noches, para darle la toma y que se duerma tranquilito. Joder, ¿en serio? ¿A ti qué más te da? No comprendo la necesidad que tienen algunos de que les dé una fecha límite. No lo entiendo.
- Te utiliza para tenerte a su merced
Buah, es que todavía no ha empezado el colegio y ya es un genio de la maquinación. Me imagino yo al niño tumbado en su camita por las noches, con las manos unidas sobre el pecho y pensando: aguanto un poco más y conseguiré que ponga el piso a mi nombre. MUAHAHAHAHAHA.
‘¿Le vas a dar teta hasta la universidad?’ y otras memeces que tengo que escuchar
- Así no está bien alimentado
Y eso puede decirlo alguien que le ha visto meterse entre pecho y espalda dos troncos de merluza y medio kilo de brécol. Pero, nada, que el niño no tiene una alimentación sana y equilibrada por culpa de mis tetas y su lechita.
- Tan grande y tomando teta
Es verdad, el pobre, que es tan grande que me tengo que subir a un taburete para que él no tenga que doblarse desde su metro ochenta de altura. Ejem. Está claro que, a su avanzada edad, lo que tenía que estar tomando era una Coca Cola fresquita o incluso un gintonic.
- Lo que tiene es vicio
Vicio… ¿de qué, exactamente? O sea, en serio ¿de qué? ¿Es adicto a la succión? ¿A la leche materna? ¿Lo llevo a tetólicos anónimos? ¿Cuál es el vicio? ¿Cuál? Pregunto. Bueno, mira, no. No quiero saberlo porque me va a dar igual.
- ¿No será sed? Igual deberías ofrecerle agua
Míralo como coge su botella y bebe de ella cuando tiene sed. Ajá, eso es. Si tiene sed, él solito bebe agua o me la viene a pedir. Siguiente memez, por favor.
- Eso ya ni debe ser leche ni ná
Es cierto, lo que me sale de la teta es agua sucia, pero me gusta dársela igual porque soy chunga y mala persona. Y él se la toma porque, ya ha quedado claro en otras ocasiones, es adicto a ella y además es su manera de manipularme.
‘¿Le vas a dar teta hasta la universidad?’ y otras memeces que tengo que escuchar
- Lo haces más por ti que por él/ella
Ahí me has pillao. Lo hago por mí. Porque creo que la lactancia materna es muy beneficiosa, porque la ciencia me avala, porque puedo permitírmela, porque él quiere, y porque no le hago daño a nadie y es mi teta, mi hijo, mi derecho y mi opinión. Y yo creo me merecen ser respetados incluso por aquellos que no están de acuerdo.
Loversizers que seguís lactando más allá del primer año, ¿qué memeces habéis tenido que escuchar?
Ivana
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