¿Qué ocurre cuando no sabes a qué dedicar tu vida? 

Hace unos días leí en el blog sobre una chica que decía que tenía ya 26 o 27 años y que no sabía por dónde dirigir su vida. Ella se había dedicado a diferentes profesiones hasta el momento y no sabía cuál de todas era su verdadera vocación. En los comentarios, muchas contestaban que su situación era la misma. 

Ahí yo me hice muchas preguntas. ¿Qué es eso de la vocación? ¿Hay una profesión para cada persona? ¿Eso se encuentra? ¿Te viene? ¿Hay una edad para saber cuál es tu vocación? ¿Por qué tienes que encontrarla antes de los 30? Qué presión, ¿no?

Creo que tenemos que olvidarnos de esa creencia de que tenemos que asentar nuestra vida y para ello le hacen falta unos elementos clave, como puede ser un trabajo estable que te guste y te realice como persona y sea a lo que te vas a dedicar toda la vida… NO. Puedes tener una vida estable a la edad que quieras con posibilidad de que tu trabajo cambie en el futuro. Puede que lo que te guste hoy no sea lo que te guste mañana, o que de repente encuentres algo completamente diferente a lo que quieras dedicarte. Y NO PASA NADA. 

Desde siempre nos meten en la cabeza que tenemos que querer algo. Desde primaria «¿qué quieres ser de mayor?»; a los 16 años «¿tú quieres trabajar o estudiar?»; a los 18 años elige una carrera universitaria o una formación profesional superior que sea lo que marque tu futuro; a los veinti… (depende de cuánto te haya costado realizar tus estudios superiores), encuentra un trabajo de lo tuyo, es decir, que aquello que hayas estudiado sea a lo que te vas a dedicar, tuyo.

Parece que tengamos que marcarnos un camino y que tengamos que seguirlo para siempre. Pero no pasa nada si nos desviamos o si construimos otro camino diferente por el que andar mejor. No pasa nada si te has equivocado al elegir una carrera y quieres dedicarte a otra cosa. Sigue. Fluye. Prueba. Haz lo que te pida el cuerpo. Y si para saberlo tienes que haber probado tropecientas profesiones y tienes muchos años… ¡enhorabuena! ¡Lo has encontrado! Lo que cuenta es el camino (o los caminos), no el final. 

Olga Aznar