Últimamente pienso mucho en el pecho femenino. Qué parte del cuerpo más bonita en general a pesar de ser tan distinta en cada mujer.
Ay, qué sería la vida sin hablar de tetas (y sin tilde también).
El caso es que hoy me ha dado por analizarlas y he decidido plasmar los resultados del examen “psicológico”. Allá vamos.
LAS UVAS PASAS:
Son discretas. No les gusta llamar la atención, aunque de vez en cuando asomen un pezón porque les gusta salir a pasear y que les dé el aire. A pesar de que la sociedad no las valora lo suficiente, no está demostrado que tengan ningún trastorno antisocial. Ellas son felices así.
LAS VERANIEGAS:
No están hechas para el verano y además son tímidas porque pasan de quitarse la parte de arriba del bikini. Son de color blanco nuclear y su estación favorita es el invierno. Van del lado de la familia Stark y si te acercas lo suficiente puedes oír como murmuran “Se acerca el invierno” desde principios de Mayo. Es un reflejo de los deseos del inconsciente.
LOS BALONES DE BALONCESTO:
Son tetas grandes, muy grandes. Hicieron un pacto con el diablo para permanecer siempre con semblante orgulloso y no caer JAMÁS. Existe una teoría que cuenta que mantienen una relación sentimental con el cuello.
LAS OPERADAS:
Preciosas a la vista, son la Barbie de las tetas. También son grandes pero nunca se mueven del sitio. Si las miras, te devuelven la mirada FIJAMENTE. No te puedes fiar de ellas, algunas parecen naturales pero luego NO, y si te descuidas son capaces de sacarte un ojo. Ya pueden saltar, hacer el pino puente o ser espachurradas, que ahí están, ni se inmutan. A veces se hacen pasar por dos cocos pegados con Loctite. Les gusta así, son unas cachondas.
LAS FRIOLERAS:
Un día tuvieron un sueño: ser piloto. No pudieron alcanzarlo y ahora calman la frustración poniendo las luces largas cuando tienen frío. Les gusta llamar la atención de esta manera, da igual que vayan acompañadas de lencería que no. Es un trauma del pasado. En cuanto baja la temperatura medio grado, ya están ahí, ACECHANDO. Requieren terapia de calor para calmar el brote. De vez en cuando también sirven de perchero.
LAS DEPRESIVAS:
Siempre están tristes, cabizbajas. Están obsesionadas con el ombligo, es su única motivación en la vida, llegar a él.
LAS ENFADADAS:
Se pasan la vida discutiendo. Un día decidieron que era mejor no hablarse y seguir cada una su camino, lo que pasa es que en el fondo no pueden vivir la una sin la otra, así que tampoco van muy lejos. Aún así optan por no mirarse. Son bastante cabezonas. El único ser en el mundo que logra juntarlas alguna vez es el sujetador, que tiene que relevar su trabajo a menudo porque está cansado de sus disputas.
LAS AMIGUICHIS:
Son inseparables. La cara opuesta de “Las enfadadas”. Lo hacen todo juntas. Corre un rumor que dice que son novias, pero todavía no hay nada confirmado.
LAS TUERTAS:
Un día una de ellas se puso enferma y por amor, tuvo que sacrificar su vida por la otra. Ahora la teta superviviente es una teta fuerte, independiente y con muchas ganas de vivir.
