Queremos diversidad corporal y cuando la tenemos la boicoteamos.
Otro año más el desfile de lencería de la famosa cantante Rihanna causando amor y odio a partes iguales. Desde 2018 y con el sello de su firma Savage x Fenty es uno de los acontecimientos más esperados en el mundo de la moda. En esta ocasión se emitió en Amazon Prime Video el pasado 9 de noviembre, siguiendo la línea que lo caracteriza de inclusión y diversidad tanto para cuerpos femeninos como masculinos.
Una línea de ropa íntima que al sacar a la palestra esta representación de tallas, colores, orígenes y géneros permite a las personas verse reflejadas, empoderadas y existiendo. Promoviendo que se comience, poco a poco, a acabar con ese miedo a mostrar según qué cuerpos por el temor a la mirada destructiva de unos cánones impuestos pero que por suerte cada vez se muestran más abiertos a la diversidad.
Sin embargo, como siempre, esta oda a la diversidad corporal se ha visto empañada por esa parte de la sociedad que se empeña en seguir »criminalizando» a las personas por tener un peso o talla corporal que no se ajusta a los cánones de perfección socialmente establecidos. Para esa clase de »gente», por llamarlos de algún modo, todo lo que no encaja dentro de sus arcaicos patrones molesta.
Podían verse en redes sociales lindeces como la siguiente: »no se equivoquen! Rihanna muestra gordos en su show porque quiere acaparar todos los segmentos del mercado! Y eso la ha llevado a ser multimillonaria! Y ustedes ya se sienten empoderad@s? ¡Muy empoderad@s pero no dejan de ser gordos! No es agradable verlos!»
Después de leer lo anterior yo solo puedo preguntarme si de verdad la gente piensa las cosas antes de escribirlas/decirlas. Evidentemente sé la respuesta y no cabe otra posibilidad que sea que no, no lo hacen. Asusta comprobar que esta clase de gente tan destructiva pueda tener voz en los medios sociales.
A raíz de este desfile también la propia cantante Rihanna ha sido objeto de crítica y de comentarios de tinte de lo más odioso acerca de su cuerpo y de la ropa que luce.
De personas que se atreven a comentar sobre lo que le sienta bien y debería ponerse o no. Ligado todo esto a su subida de peso por su reciente embarazo y post parto. Momentos en los que su cuerpo, como el de todas las mujeres que pasan por este proceso, ha cambiado. Ella misma lo admitía en una entrevista: »It changed, I had a baby» (cambió, tuve un bebé).
Y, de todas maneras, ¿aunque esa subida de peso no se debiera a un reciente embarazo tendría que estar obligada a dar explicaciones o escuchar algunos comentarios? Claramente NO. Por suerte ella misma es consciente de esto y parece que lejos de dejar que esto la hunda se muestra orgullosa de su cuerpo y mostrando que sigue igual de capacitada para hacer todas las cosas que hacía y lucir toda la ropa que lucía cuando se suponía que para la opinión pública tenía un »cuerpo mejor».
Es una pena que toda la fuerte reivindicación y visibilidad que trae consigo este desfile tenga que quedar en parte empañada y boicoteada por este tipo de polémicas, las cuales ni siquiera deberían tener cabida en una sociedad que se supone avanzada.
N.