Hace unos días nos encontrábamos este artículo en el periódico “La Voz de Galicia” acerca de las percepciones de Paco Sánchez sobre el colectivo trans.

Tienes toda la razón Paco. Esto de simular el género que cada uno siente es un error de base. Porque todo el mundo sabe que se puede cambiar cualquier cosa (religión, pelo, casa, pareja, orientación política, sexual) pero los genitales bajo ningún concepto. Los genitales hacen los géneros, los cuales son fijos, normativos e inamovibles y se basan exclusivamente a lo que tengas entre las piernas. Del mismo modo el nombre Paco no debería ni siquiera existir, porque es una mutilación del nombre Francisco, que sí sale en la Biblia y por tanto uno puede llamarse Francisco, pero nunca en ningún caso Paco, aunque él se sienta de ese modo.

La presión publicitaria que menciona Paco Sánchez fuerza y convierte a la gente a sentir disforia de género ya que ser trans está de moda, más incluso que Cristiano Ronaldo. Por eso el colectivo trans es un aplastante 0,02% de la población española que goza del privilegio de escoger su identidad aunque el precio que tenga que pagar por eso sea estar separado del resto del mundo. ¿Qué podemos esperar de una especie que llama realidad sólo a lo que quiere ver, cierto Paco?

El hecho de que la mayoría de personas transgénero estén condenadas a un limbo administrativo y muchas veces suicidio laboral no debería ser motivo de ayuda por parte del Estado, mucho menos por el personal sanitario, incluso aunque en la mayoría de ocasiones las personas trans se paguen su propio tratamiento. Porque los médicos sólo ejercen para sanar enfermos, da igual que el propio enfermo se haya producido la enfermedad por su etilo de vida o no, pero el personal sanitario no atiende temas psicológicos o cirugías de belleza. Da igual lo que opinen las asociaciones de psiquiatras o que la Organización Mundial de la Salud haya retirado la transexualidad de la categoría de enfermedades.

Como bien opina Paco Sánchez, el derecho a la identidad no debería aceptarse según la decisión de cada individuo. Debería patologizarse y diagnosticarse para que la falta de información siga viendo al colectivo como bichos raros o como fetiches sexuales para muchos hombres.

¿Y qué decir de los niños y que sus padres se vean forzados a aceptar su disforia de género? Como ex-niña trans hubiera preferido que mis padres hubieran cohibido mi decisión de ser mujer apelando a los principios de la sociedad, comprometiendo para siempre mi existencia por una percepción pasajera o como bien dice Paco porque somos simplemente homosexuales. Ojalá hubiera un informe que se leyese en todos los colegios informando como Paco dice, que orientación sexual y orientación de género es exactamente lo mismo. Se nota que Paco sabe del tema de primera mano y sea con total seguridad padre de algún menor transexual. Ojalá alguien pensase en los niños como lo hace Paco Sánchez.

Como decía  Lorena Woldder “poder luchar y vivir en resistencia es para muchas personas un privilegio”. Privilegio que está de sobra en el colectivo trans.

Ojalá más voces como la de Paco Sánchez dándonos una bofetada de realidad con la mano llena. Ojalá más gente diciéndonos cómo otra gente que no le atañe en absoluto debe vivir sus vidas. Sólo así el mundo será un mundo mejor, para el resto de Pacos Sánchez.

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@LuciaLodermann

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