Resulta que a mis 38 me he enterado que existen varios términos con los que referirte a la persona con la que te das una alegría al body. Cuando yo era adolescente lo llamábamos amigo con derecho a roce, luego me adapté a los follamigos y después me entero que una también puede tener un amigovio, que es un paso intermedio entre la boda y el follisqueo. Digamos que un amigovio es el preludio a una relación y el paso siguiente a un follamigo. Yo creo que lo podríamos traducir en esa persona con la que te ven tus amigas y te dicen “tía, si es que esas miraditas son de algo más que sexo”, “hacéis súper buena pareja” o “eso que te ha dicho no es típico de alguien que solo quiere sexo contigo”. 

Reconozco que yo siempre he sido más de amigovio que de follamigo. Me casé con 26 y me separé con 32 por lo que a partir de entonces volví a salir a un mercado que era completamente nuevo para mí y del cual no conocía las normas. A mí eso de quedar con un tío y prácticamente no poder preguntarle ni su nombre para no romper la norma de “solo somos follamigos” no me ha ido nunca, no te voy a engañar. Al principio de separarme di con tíos que para mi gusto eran muy fríos y nunca terminé de adaptarme a eso de ser una fuente de placer sin nada más que aportar. En cambio con los amigovios me lo paso mejor, fíjate tú.

Me gusta el rollito del tonteo eterno, ese “no me quiero pillar mucho pero tampoco acostarme con muchos más” porque encuentras una conexión guay con una persona. Cierto es que cuando se acaba el chasco puede ser un poquito mayor, sobre todo porque la línea entre eso y una relación de pareja es muy fina y al principio cuesta ubicarte pero ahora que llevo casi 4 años en esta dinámica, voy a compartirte los 10 mandamientos para llevar una relación de amigovios o follamigos en condiciones: 

  1. Recuerda que no hay un compromiso explícito. No es como una relación de pareja monógama en la que se asume una fidelidad y un compromiso con la otra persona. Sois amigos, compartís buen sexo y puede que algo de afinidad pero aquí no entran ralladas porque “no me ha dado las buenas noches” o “no me ha dicho con quién ha quedado”. Ambos compartís un espacio común y el personal es completamente vuestro. 
  2. No apto para inseguridades y celos. Tienes que ser muy consciente de qué nivel de seguridad en ti misma tienes para acceder a una relación de este tipo. Los celos no son buenos en ninguna relación pero es que además en esta accedes a tener libertad total y no solo habrá momentos en que la otra persona no podrá quedar, sino que puedes llegar a encontrártela con otra persona. Esas son las normas del juego y es importante que decidas si las aceptas o no.  
  3. No lo hagas para sentirte menos sola. Básicamente porque es muy probable que esa persona no salga corriendo si tú un día necesitas desahogarte. Ojo, quizás sí, pero te aseguro que no es lo habitual. 
  4. No empieces con el fin de ser pareja. Solo intento ahorrarte el chasco. Si decides empezar una relación de follamigos o amigovios con el fin de acabar siendo pareja van a pasar dos cosas: que si la otra persona finalmente no quiere te pegues un batacazo importante y que mientras “lo consigues” te conformes con el poco cariño que te dé. Hay estudios que afirman que solo el 15% de los follamigos acaban siendo pareja. Posibilidad hay pero ya ves que poca. Lo más importante aquí es que si tú buscas una relación de amor, confianza, estabilidad…No pierdas el tiempo intentando moldear al otro o conformándote con las miguitas de amor que pueda darte. Hay muchas personas ahí fuera que pueden estar buscando lo mismo que tú, no te pierdas por el camino intentando amoldarte a algo que no da.
  5. Esto no va a ser Disney. Ni Disney ni A tres metros sobre el cielo. No esperes corazones, detalles románticos o ir abrazados por la calle. Siento venderlo tan directo pero no siempre vas a encontrar además de un follamigo alguien que te escuche y te comprenda. Más vale que lo tengas claro por si pasa.
  6. Aporta o aparta. No tienes compromiso ninguno con esa persona así que si empiezas pero no te convence, no intentes alargarlo esperando que algo cambie. 
  7. Ten el sexo que quieres tener. No tengas miedo de decir lo que te gusta y lo que no porque vuestra relación es para eso… ¿Me explico? Si el sexo falla en una relación de follamigos… ¡Menuda gracia!
  8. Prioriza la sinceridad. Que no tengáis un compromiso de pareja no significa que tengáis que mentiros. Incluso si la otra persona lo hiciera, tú actúa en base a tus principios y que el resto haga lo que considere. Yo te recomiendo ser sincera en cuanto a si quedas con otra persona o en cuanto a lo que sientes. No pongas excusas baratas que acaban saliendo siempre más caras. 
  9. Tu ex no cuenta. Sácalo de la lista de posibles follamigos / amigovios YA. Venga, tú y yo sabemos que si tu relación terminó fue por algo. Vale que tengáis buen rollo pero ya os conocéis mucho, habéis compartido muchas cosas…No empezáis de cero y eso puede jugar en tu contra. 
  10. No te juzgues por hacer lo que te apetece. Venimos de una sociedad que se ha encargado de pegarnos la dogma cristiana del pecado y la bondad. Atender tu placer personal no es algo de lo que tengas que avergonzarte y el hecho de tener sexo fuera de una relación de pareja tampoco lo es. Mientras no hagas daño a nadie, ¡disfruta, coño!

 

Redacción WLS